Urkullu mima a Gipuzkoa con cinco infraestructuras sanitarias antes de entrar en campaña
En la carrera que están llevando a cabo todos los consejeros de Gobierno vasco y el lehendakari, Iñigo Urkullu, para presentar el máximo número de proyectos antes de que la convocatoria de elecciones lo impida, el sector sanitario no se queda atrás y parece que Gipuzkoa es el territorio más repetido en los últimos anuncios. Como si se le quisiera 'mimar' al territorio guipuzcoano antes de la contienda electoral, frente a las voces que se quejan de que es Bizkaia el territorio más beneficiado de los grandes proyectos en los que se embarca el Ejecutivo autónomo en detrimento de los otros dos. El lehendakari ha inaugurado este miércoles, junto a la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, el nuevo centro de Salud Alde Zaharra de Donostia, la quinta infraestructura sanitaria anunciada o ratificada para Gipuzkoa en las últimas semanas. Este centro sanitario se une a la ampliación del hospital Donostia, al anuncio del hospital de Tolosa, al nuevo edificio del hospital de Mondragón y a la instalación de la protonterapia, de la mano de la donación de Amancio Ortega. En su conjunto, suman inversiones por un mínimo de 174 millones de euros a la espera de que se concrete el presupuesto que sume el hospital de Tolosa, que podía suponer otros 100 milones de euros, teniendo en cuenta, que, por ejemplo el Alfredo Espinosa de Urduliz costó 153 millones.
En el nuevo centro de salud de Donostia, ubicado en el edificio Pescadería de la Bretxa, el Gobierno vasco, a través del Departamento de Salud, ha invertido un total de 6,8 millones de euros. Atenderá a 13.650 vecinos de la Parte Vieja y el centro de la capital guipuzcoana. En la inauguración ha participado también el alcalde de Donostia, Eneko Goia, quien ha señalado que se trata de “una infraestructura muy esperada que va a dar un servicio a una zona muy importante de la ciudad”.
El centro de salud, que abrirá sus puertas el próximo día 19, cuenta con una superficie de 2.185 metros cuadrados, repartidos en una planta baja y tres pisos y albergará un nuevo PAC (Punto de Atención Continuada) y contará entre otros servicios con 17 consultas de medicina familiar y enfermería, dos consultas de pediatría y una sala de curas, así como dos salas de trastorno mental grave, que contempla la atención a la población menor de 18 años de la zona de Donostialdea y al Programa de Trastorno Mental Grave, unas 56.353 personas en su conjunto.
Por su parte, la ampliación del hospital Donostia supondrá una inversión de 78 millones de euros para albergar un nuevo edificio de consultas externas. Albergará más de 250 nuevos espacios en cinco plantas dedicados al diagnóstico y tratamiento donde se atenderá a más de 459.000 pacientes. Con este nuevo edificio se pretende generar un nuevo frente hospitalario, reconocible y que sirva de elemento de unión entre Onkologikoa y el actual hospital Donostia. Tendrá un plazo de ejecución de 36 meses, es decir, que estará operativo en 2027.
En la inauguración, el lehendakari ha señalado que el Gobierno vasco apuesta por la Sanidad pública “sin escatimar esfuerzos o recursos, aplicando siempre el principio de realismo”, ha añadido, respondiendo a las críticas de los sindicatos y de partidos de la oposición que consideran que no invierte suficiente en Osakidetza. El Sociómetro también constata que es creciente la preocupación ciudadana por la calidad del sistema. “Objetivos realistas, sin demagogia, y a la vez, ambiciosos”, ha insistido. “Nos marcamos un plazo de seis meses y estamos cumpliendo, entre otros, -ha añadido- los siguientes objetivos: reducir las listas de espera en Osakidetza, facilitar el acceso a la Atención Primaria, abrir este nuevo centro de salud, y poner en marcha un ambicioso Plan de Inversiones Extraordinario, 1.200 millones de euros para la mejora de la red hospitalaria de Euskadi”, ha apuntado.
El nuevo centro de salud dos infraestructuras suponen el broche para unas semanas de importantes anuncios de equipamientos sanitarios para Gipuzkoa, aunque no todas son tan inmediatas como el nuevo centro de salud de la Parte Vieja. Este pasado martes Osakidetza sacó a licitación las obras del nuevo edificio del hospital de Arrasate-Mondragón, que sustituirá el antiguo edificio ya demolido. Llevaba ya años anunciado.
Las obras arrancarán este 2024 y atenderán a 63.000 personas que residen en esta zona. El nuevo bloque acogerá, entre otros, el hospital de día médico-quirúrgico, el área de medicina física y rehabilitación, una unidad de endoscopia, así como la base de emergencia y la incorporación de una resonancia magnética nuclear. La inversión estimada asciende a cerca de 29 millones de euros, a lo que habrá que sumar la cantidad correspondiente al mobiliario y equipamiento. Tendrá un plazo de ejcución de 30 meses. Es decir, dos años y medio.
Por su parte, el plan para un nuevo hospital de Tolosaldea fue expuesto por la consejera Gotzone Sagardui en el Parlamento Vasco el pasado 7 de febrero, como adelantó este periódico. Es la única comarca vasca sin centro de referencia público y se ha descartado publificar la clínica La Asunción, concertada desde hace años. Ésta había sido la última apuesta defendida por los alcaldes de la comarca. En estos momentos se está a la espera de determinar si el Ayuntamiento de Tolosa mantiene el compromiso de ceder los terrenos convenidos a Osakidetza o si renuncia a la concesión del solar previsto para albergar el nuevo hospital comarcal público. Está previsto que cuente con camas de hospitalización médica, hospital de día, cirugía mayor ambulatoria, consultas externas, pruebas complementarias analíticas y de imagen, farmacia, rehabilitación y fisioterapia, hospitalización a domicilio, urgencias y docencia MIR de Medicina Familiar y Comunitaria, con un presupuesto aún por cuantificar.
Hace a penas quince días el Gobierno vasco sacó a concurso la construcción en Donostia del edificio que albergará la nueva unidad de protonterapia para el tratamiento del cáncer en Euskadi, que cuenta con una inversión de casi 60 millones de euros, un plazo de ejecución previsto de 24 meses y que albergará uno de los diez aceleradores donados por la Fundación Amancio Ortega para llevar a cabo esta modalidad especial de radioterapia. Está valorado en 28 millones de euros. Euskadi será una de las primeras comunidades del Estado en acometer la puesta en marcha de la unidad, que debe cumplir “estrictos requisitos de seguridad para albergar el equipo”. El rasgo distintivo de esta tecnología es que utiliza protones en vez de rayos X o electrones, lo que supone una radiación más localizada y, por tanto, una mejor distribución de la dosis y una menor afección al tejido sano que rodea al dañado, lo que a su vez se traduce en la reducción de efectos adversos futuros y del riesgo de desarrollar segundos tumores. El nuevo edificio se situará junto al Onkologikoa de la capital donostiarra.
Casi 200 millones para ampliar los hospitales de Basurto y Usansolo
Pero no todo el dinero va a Gipuzkoa. En Bizkaia, el Departamento de Salud ha informado también de inversiones en los hospitales de Basurto y Usansolo. Unos 200 millones en total. En Basurto, el nuevo edificio de consultas externas, de 39.000 metros cuadrados albergará a su finalización en 2027, alrededor de 250 consultas o salas de tratamiento, un área de radiología ambulatoria y el servicio de Farmacia. Las obras supondrán una inversión de 106 millones de euros, y el plazo de ejecución se ha estimado que sea entre 36 y 40 meses.
El nuevo edificio de consultas externas del Hospital Universitario de Usansolo contará con una inversión de más de 93 millones de euros por parte de Osakidetza. La nueva edificación, con una superficie de 58.000 m2 distribuidos en 9 plantas, divididas en tres grandes áreas. La primera, dedicada al uso asistencial, acogerá las consultas externas, radiología ambulatoria y farmacia ambulatoria. Una segunda zona albergará los espacios de dirección/administración y aulas de docencia y, por último, el edificio dispondrá de un gran aparcamiento de 1.129 plazas, que ocupará cinco plantas.
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