Vecinos de los municipios alaveses de Urkabustaiz, Zigoitia y Zuia se han concentrado este lunes en Vitoria para protestar contra los proyectos fotovoltaicos que Solaria pretende desplegar en la cuadrilla de Gorbeialdea. “Se han elaborado informes y peritajes para mostrar la evidencia de que los proyectos que nos amenazan destruirían la riqueza natural de nuestros pueblos de manera irreversible”, se han quejado los vecinos, que han escenificado el acto de presentación de hasta 5.500 alegaciones populares.
En la vitoriana plaza de Francisco Juan de Ayala, donde se han congregado este lunes decenas de vecinos de Gorbeialdea, se podía leer el nombre de muchos pueblos: Beluntza, Larrazketa, Luzkiano, Markina, Ametzaga Zuia, Domaikia, Buruaga, Okoizta, Mendarozketa, Ondategi, Jugo... Sus habitantes, así como los ayuntamientos y también otras entidades sociales y económicas, se han reunido en torno a tres asociaciones populares para plantar cara a proyectos fotovoltaicos. Según los planes esbozados, se denuncia, cada uno de estos proyectos, conocidos como Solaria-Zierbena, ocuparía 110 hectáreas y conllevaría la instalación de postes de alta tensión de hasta un centenar de metros de altura. Pese a encontrarse la planta en Álava, la energía habría de recorrer hasta 100 kilómetros para ser evacuada hasta Zierbena, ya en Bizkaia. Estas afecciones han llevado a levantar la voz incluso al PNV de ese territorio, que hace un mes pidió “una reflexión”.
“En dos meses hemos recogido miles de alegaciones populares que dejan bien clara la oposición frontal a macroproyectos solares y redes de alta tensión en los terrenos agrícolas de nuestros pueblos para el beneficio de una multinacional que solo busca su beneficio económico”, han anunciado este lunes. En una comparecencia en la que se han intercalado el castellano y el euskera, han cifrado esas alegaciones en 5.500. “En solo dos meses, personas expertas en diversos campos han elaborado informes y peritajes para mostrar la evidencia de que los proyectos que nos amenazan destruirían la riqueza natural de nuestros pueblos de manera irreversible”, han aseverado. Se han congratulado, además, de que el trabajo hecho por los vecinos es mucho más extenso que el propio proyecto esbozado por la empresa, de medio centenar de folios frente a tan solo una veintena.
Han exigido que la transición energética —que no niegan que sea necesaria— sea “justa de verdad”. “Queremos decir que sí a la transición energética, pero tiene que ser democrática, participativa y social”, han exigido. “Estamos aquí para aportar las alegaciones y advertir a Solaria de que no van a destrozar Gorbeialdea y recordar a las instituciones que nos representan su obligación de proteger la vida, la naturaleza y el modo de vida de todo Araba por encima de intereses económicos de grandes empresas y sus indecentes intentos de chantaje”, han advertido. El diputado general de Álava, Ramiro González, ya se colocó del lado de los críticos con el proyecto fotovoltaico. “Difícilmente van a prosperar”, llegó a aventurar sobre los proyectos, que considera que acarrearían “afecciones medioambientales y urbanísticas”.
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