Una victoria pírrica es aquélla en la que el ganador asume también importantes pérdidas. El alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran (PNV), ha superado este lunes una cuestión de confianza y tiene ya aprobado el presupuesto de 2017 que no contó con respaldo del pleno, la victoria que perseguía. Pero apenas 9 de los 27 concejales, los cinco del PNV y los cuatro del PSE-EE, han refrendado la continuidad de Urtaran al frente de la capital vasca y sus cuentas, tantos como ‘noes’ (los del PP) o abstenciones críticas (EH Bildu, Podemos e Irabazi, que integra a IU y Equo). Sólo el voto calidad del alcalde le ha dado en la segunda votación el triunfo político, que queda lejos de los apoyos que logró en 2015 cuando encabezó la operación de desalojo del PP de Javier Maroto, lastrado por sus reflexiones sobre ayudas sociales, magrebíes y fraude. Urtaran ha asumido su soledad política en un pleno extraordinario que ha suscitado gran expectación, con plusmarca de espectadores en Internet incluida (222): “No espero el aplauso de nadie, ni siquiera de mis compañeros […]. Poco importa mi imagen si quien gana es Vitoria-Gasteiz”.
“Usted habrá ganado, pero Gasteiz ha perdido”, ha replicado la portavoz de EH Bildu, Miren Larrion, principal apoyo de Urtaran en la investidura de 2015 y en los presupuestos de 2016 y que ahora siente que los puentes entre PNV y EH Bildu “se han quemado” y que Urtaran ha abierto “la caja de Pandora” cuando quedan dos años y medio hasta las elecciones de 2019 y muchos proyectos estratégicos pendientes de consenso político. La coalición de la izquierda abertzale, que decidió bloquear los presupuestos en el trámite ordinario al ver flagrantes incumplimientos en los acuerdos del pasado año, ha reconocido que sólo indulta a Urtaran con una abstención para “seguir cerrando la puerta al PP”.
Pero Larrion, en un discurso muy contundente, ha dejado claro que el Gobierno de Vitoria ya no tiene la “confianza” de los seis ediles de EH Bildu, que es lo que se ponía hoy sobre el tapete. De hecho, ha leído uno a uno a un Urtaran cabizbajo alrededor de medio centenar de acuerdos económicos concretos alcanzados en 2016 y que, según ha denunciado, no han sido ejecutados. “Si algo me repele es que nos ha traído a perder el tiempo, señor Urtaran. Deberíamos hablar de proyectos de ciudad, de acordarlos, no de imponerlos”, ha dicho Larrion. Y ha mostrado su preocupación por lo que resta de legislatura, más de la mitad: “¿Cada propuesta la va a sacar así? ¿A golpe de cuestión de confianza? ¿Cómo ha conseguido dilapidar esa confianza en doce meses?”.
Larrion ha recordado que los tres partidos que apoyaron la investidura de Urtaran, que fue tercero en las elecciones tras Maroto y la propia Larrion, ya se han desmarcado de aquel acuerdo de “cambio” de 2015. Sólo el PSE-EE, que en su día no aprobó la investidura, mantiene la confianza en el regidor ‘jeltzale’. “Usted va a salir muy tocado. El desempate, su voto de autoconfianza, no es la mejor de las opciones”, ha reflexionado la portavoz de EH Bildu, que ha lamentado la campaña de “descalificaciones” que el PNV habría emprendido contra su persona desde que se desmarcara del pacto.
PNV y PSE-EE, como socios de Gobierno, han defendido la maniobra de Urtaran. Superada la moción de confianza, el proyecto de presupuestos presentado por el Ejecutivo local para 2017 queda automáticamente aprobado a tenor de un resquicio contemplado en la ley de régimen local. “Esta misma semana”, ha enfatizado el alcalde, se pondrán en marcha ya algunas de las partidas recogidas en las cuentas. El regidor, como ya hizo la pasada semana cuando anunció esta maniobra, ha enumerado una larga lista de iniciativas que se habrían quedado paralizadas de no mediar la aprobación de los presupuestos.
“Vitoria demasiadas veces ha llegado tarde a proyectos estratégicos. El PSE-EE quiere romper con la dinámica infernal porque Vitoria lleva demasiados años peleando consigo misma para saber qué quiere ser de mayor”, ha argumentado el teniente de alcalde y portavoz socialista, Peio López de Munain, que ha asumido los “riesgos” de esta operación política inédita en Vitoria pero ya utilizada en ciudades como San Sebastián, Barcelona o La Coruña. López de Munain constituye ahora mismo el último apoyo para Urtaran.
Podemos e Irabazi: “Última oportunidad”
El portavoz de Irabazi, Óscar Fernández, fue clave en la investidura de 2015. Cuando el PSE-EE decidió no sumarse a la investidura de Urtaran al entender que el PNV no había cumplido el pacto global de ambos partidos en otra localidad, en Andoain, su ‘sí’ decantó la balanza contra Maroto. Fernández ha sido muy claro: “Ayer fue un ‘sí’, hoy cuenta con nuestra abstención, pero, si nada cambia, mañana tendrá su ‘no’ rotundo”.
Jorge Hinojal, de Podemos, ha secundado este mensaje de que la de hoy es la “última oportunidad” que las autodenominadas “fuerzas del cambio” de izquierdas conceden al PNV. “Este mismo presupuesto que hoy se va a aprobar, se negó hace una semana. Hoy de nuestro grupo tiene la abstención, pero nos cuesta recuperar la confianza y, por favor, no vuelva a quebrarla”, ha aseverado el representante morado.
PP: “El fracaso del pacto de perdedores”
La sustituta de Maroto como jefa de filas del PP, Leticia Comerón, ha mantenido un discurso muy duro contra Urtaran. “Nos apena ver la ciudad como la tienen”, ha denunciado Comerón, que ha remarcado que lo ocurrido hoy es la constatación del “fracaso del pacto de perdedores” de 2015.
“Dice, señor Urtaran, que le han elegido para ser valiente. Pero es que a usted no le han elegido para ser alcalde. Hemos pasado de un alcalde querido, como Javier Maroto, a uno que no fue elegido. Hoy no queda nada de este pacto. No queda nada. La agonía. ¿Qué va a pasar dentro de un mes? ¿Y dentro de un año? ¿Mantener la agonía hasta el final de la legislatura?”, ha abundado Comerón, que ha asegurado que si la moción de confianza se votara “en la calle”, preguntando a la ciudadanía, Urtaran no habría superado el trámite.