Vox, con solamente dos cargos públicos en Euskadi y uno de ellos en riesgo en estas autonómicas, el único escaño logrado en 2020 en el Parlamento Vasco en un contexto de bajísima participación, ha protagonizado una campaña monotemática. Desde una posición ultra, ha cargado por sistema en cada mitin, en cada entrevista y en cada debate contra los extranjeros. Los ha asociado a la delincuencia y al fraude en las ayudas sociales sin datos o incluso con referencias incorrectas y exageradas. El líder de la formación, Santiago Abascal, natural de Amurrio en Álava, se ha multiplicado en estas dos semanas en su tierra. Han sido una decena sus intervenciones y acompañará también a la candidata, a Amaia Martínez Grisaleña, en la jornada electoral del domingo.
Abascal ha venido a repetir que la sociedad está enferma y ha criticado, por ejemplo, que sea noticia que Imanol Pradales del PNV fuese atacado en un mitin y que nadie ponga el foco en los extranjeros. “El debate migratorio sólo está presente con Vox. Un problema como el de la inseguridad parece que no preocupa al resto de los partidos políticos. Si hay un pequeño incidente con un candidato, eso es noticia. Pero los incidentes permanentes que padecen los ciudadanos en la calle como consecuencia de una inmigración ilegal que no se adapta no son un asunto de debate. Igual que tampoco es el fraude en las ayudas sociales. En definitiva, decimos lo que sabemos que es verdad”, dijo Abascal a los periodistas este jueves en el centro de Vitoria.
El dirigente Javier Ortega Smith, en el arranque de campaña en un barrio de Vitoria, también fue por la misma línea e instaló que la xenofobia iba a ser una idea-fuerza. A su lado, la candidata y portavoz en Euskadi en estos cuatro últimos años manifestó: “Hoy os hemos convocado aquí, en esta plaza, que para nosotros es un enclave muy concreto. Es el barrio de Aldabe, un barrio que hasta ahora era prácticamente tranquilo, en el que paseábamos con nuestros hijos sin ningún problema. Y hoy es un pequeño gueto en el que la inseguridad se ha hecho grande, se ha acrecentado debido a un aumento de la inmigración ilegal descontrolada. Y eso es lo que vamos a denunciar cada día en el Parlamento Vasco, que son las verdades que muchos partidos políticos callan pero que los ciudadanos de a pie que conviven cada día con nosotros y sobre todo los vecinos de este barrio saben. Se sienten extranjeros en su propia tierra, algo que nos preocupa mucho”. En los debates, aprovechaba los bloques de otros temas para colar este mismo mensaje, trufado también de referencias a la 'okupación'. Vox llevó también su campaña al barrio de San Francisco de Bilbao con los mismos argumentos que en Aldabe. En el cierre de campaña, en La Concha de Donostia, han organizado un “despliegue de la bandera” de España bajo el lema “ven al desembarco”.
El resto de formaciones han encajado la presencia de Vox a medio camino entre la indiferencia y el reproche por sus argumentos políticos. El PNV, sin embargo, ha mencionado que una alta participación en Álava podría tener no solamente un resultado beneficioso para Pradales sino también dificultar el acceso al escaño de la ultraderecha. Asimismo, el partido con más voto fronterizo con Vox, el PP, ha considerado un insulto por boca de su exlíder, Carlos Iturgaiz, que Abascal haya manifestado, textualmente, “que votar al PP es votar a [EH] Bildu en diferido”. El líder de Vox, excompañero de Iturgaiz en las filas 'populares' y exparlamentario vasco, también ha lamentado que Javier de Andrés haya considerado a Euskadi “un gran país”, como los nacionalistas.
Ninguna encuesta es capaz de garantizar la presencia de Vox en el Parlamento. Se da por descartado que alcance el mínimo legal del 3% en Bizkaia y en Gipuzkoa y la duda radica en Álava. “Vox entra en Álava con toda seguridad”, sostiene Abascal, que apunta que las encuestas siempre los infraestiman. Ha dicho a los periodistas también que “Álava, Bizkaia y Gipuzkoa, junto con Catalunya, es el único sitio donde Vox ha mejorado los resultados del año 2019 al año 2023 en las generales”.
En paralelo, Vox ha formalizado varias denuncias por “acoso” y “hostigamiento” en varios actos de campaña, en concreto en Getxo, Arrasate-Mondragón y Azpeitia. “Los grupos de la izquierda radical convocaron contramanifestaciones”, argumentan. Martínez Grisaleña los consideró una “turba de proetarras”. Vox añade que la Ertzaintza actuó con “pasividad” a la hora de proteger a sus simpatizantes.