La apicultura extremeña sufrió en 2020 “el peor año de su historia”, pues a los efectos de la pandemia en las ventas, una producción “catastrófica” y unos niveles de precios “por debajo de los costes de producción” se unió el aumento en la incidencia del ácaro de la varroa y de la avispa asiática.
El responsable de Apicultura de Asaja Extremadura, Paulino Marcos, lamenta que el año fue “muy negativo” y ha hecho un llamamiento a las administraciones para que tengan en cuenta la situación actual de un sector “clave”.
La producción durante 2020 solo alcanzó un 30 por ciento de las cifras consideradas medias, después de que cayese más de un 10 por ciento en relación a 2019 como consecuencia de la incidencia de la climatología.
Sin embargo, y a diferencia de otros años donde “los precios suben cuando hay producciones bajas”, las cotizaciones se mantuvieron en cifras de 2019, lo que hace que los precios sean inferiores a los actuales costes de producción fijados en 2,75 euros el kilo.
“Los precios cayeron en 2019 un 50 por ciento en relación a 2018, pero la cotización no se ha recuperado”, ha manifestado.
Esta circunstancia se produce, entre otras cuestiones, por la competencia que ejerce el producto venido de terceros países: “el problema es que un consumidor no puede hoy conocer si la miel es mayoritariamente de China o es española, a falta del etiquetado que permita ofrecer esa información”.
La miel ha sido uno de los productos más perjudicados por la pandemia, como consecuencia de la falta de clientes en las tiendas ubicadas en espacios turísticos o en los comercios gourmet.
El año 2020 también se caracterizó por la repercusión del ácaro de la varroa, cuya incidencia es “cada vez mayor” y supone unas pérdidas económicas “tremendas” ya que “obliga a realizar grandes inversiones para la reposición de las colmenas”.
En los últimos tres ejercicios se ha agravado la mortandad de las colmenas como consecuencia de este ácaro, de ahí que “sea tan importante la investigación demandada por el sector para encontrar una molécula que acabe con la varroa”.
Sin olvidar la incidencia de la avispa asiática, la varroa es hoy “el problema más grave que sufre el sector... si no llega una nueva molécula, desaparecerá la apicultura”.