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APAG Extremadura afirma que el aumento del salario mínimo supone la “puntilla” para el campo extremeño

La organización agraria APAG Extremadura ASAJA considera que la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), unida al aumento de las cotizaciones para los autónomos, supone “la puntilla para el sector agrícola extremeño”.

A juicio de APAG muchos empresarios agrarios se verán obligados a recurrir a la mecanización o a la contratación de trabajos a empresas de servicios para prescindir de mano de obra asalariada, que, además de ser escasa, es cara a causa del subsidio agrario. Considera que la SMI se traducirá en despidos, ajustes de horas o incluso trabajo en negro al no poder las empresas hacer frente a los costes salariales.

Para APAG Extremadura ASAJA el incremento salarial, del 22,3% respecto al vigente en 2018, repercutirá negativamente en el sector primario extremeño, ya que se va a traducir en unos menores ingresos en las explotaciones, derivando previsiblemente en una reducción en la mano de obra.

De igual manera señala que los efectos en la agricultura y ganadería, un compartimento económico tan determinante en la economía de Extremadura, van a ser claramente perniciosos, ya que los agricultores y ganaderos se encuentran muy castigados por problemas “tan acuciantes como los precios irrisorios y los elevados costes de producción”.

La organización agraria APAG Extremadura ASAJA considera que la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), unida al aumento de las cotizaciones para los autónomos, supone “la puntilla para el sector agrícola extremeño”.

A juicio de APAG muchos empresarios agrarios se verán obligados a recurrir a la mecanización o a la contratación de trabajos a empresas de servicios para prescindir de mano de obra asalariada, que, además de ser escasa, es cara a causa del subsidio agrario. Considera que la SMI se traducirá en despidos, ajustes de horas o incluso trabajo en negro al no poder las empresas hacer frente a los costes salariales.