Primera jornada de huelga en el campo extremeño: “éxito” para los sindicatos y “normalidad” para una patronal fragmentada
La disparidad de opinión sobre el seguimiento, concentraciones ante las principales empresas hortofrutícolas y cortes intermitentes de algunas carreteras han marcado la primera de las tres jornadas de huelga en el campo extremeño convocada por CCOO y UGT.
Unos 65.000 trabajadores estaban llamados este jueves a la huelga en Extremadura para exigir a la patronal un convenio digno para el sector, que lleva negociándose más de un año y medio y que se produce en unos de los principales momentos en las campañas de recolección de la fruta.
CCOO y UGT han calificado de “rotundo y completo éxito” el seguimiento, a la que, según han señalado, no han tenido “más remedio” que recurrir ante la negativa de la patronal a negociar y han advertido de que habrá más convocatorias si la patronal “no escucha” a los trabajadores que han hecho “un seguimiento masivo”.
Las principales puntos de movilización se han situado ante grandes fincas y centros de recogida de la fruta, donde se han hecho además cortes intermitentes de las carreteras, en la EX-107, de Badajoz a Olivenza, a la altura de la finca “La adelantada”, y en la Ex-162, en Zurbarán, donde está la empresa Tany Nature, ante la que se han concentrado casi 400 trabajadores y delegados.
“El momento de luchar”
El responsable de Industria de CCOO, Saturnino Lagar, ha lamentado que desde la patronal se les siga reprochando que no intenten dialogar “después de año y medio negociando” y ha recordado que lo único que se pide es que se firme lo que se tenía acordado, con unas tablas salariales marcadas por el Salario Mínimo Interprofesional “y no son capaces de razonar”. “Ellos creían que no íbamos a llegar a este punto y la gente le está demostrando que sí, que es el momento de luchar por derechos laborales y salariales de trabajadores del campo”.
Para Lagar, el éxito es “una prueba evidente de que es la gente la que clama por sus derechos, no solo los sindicatos” y ha añadido que hoy “la gente reivindica en la calle lo que nosotros en las mesas”.
Por su parte, el representante de UGT, Ricardo Salaya, se ha congratulado de que los trabajadores hayan respondido a la llamada, “porque la gente comprende que se les está intentando hurtar sus derechos. Los sindicatos han advertido de que habrá más convocatorias si la patronal ”no escucha“ a los trabajadores, y han reprochado a AFRUEX que ”si hablara más con la gente del campo no se hubiera llegado a esta situación“ y no viviría ”en una realidad paralela“.
En este mismo sentido se ha expresado, la secretaria regional de UGT, Patro Sánchez, que ha dicho que los trabajadores deben cobrar el Salario Mínino Interprofesional (SMI), al que muchos “ni siquiera llegan”, por lo que su situación es complicada y es lógico que “se haya levantado y dicho basta”. Para la secretaria regional de CCOO, Encarna Chacón, la jornada de huelga ha sido “ejemplo de lucha” porque 65.000 trabajadores “han dicho basta a la precariedad y miseria”.
Incidencia “escasa”
La jornada ha transcurrido sin incidentes, según los sindicatos, aunque desde la Asociación Extremeña de Fruticultores (AFRUEX), su director gerente, Miguel Angel Gómez, ha denunciado “algunos piquetes agresivos” que han “asustado a la gente que si quería trabajar”.
Según Gómez, la incidencia de la huelga ha sido “escasa”, ya que ninguna empresa de las 67 que agrupa y que abarca el 95 por ciento de la producción extremeña, ha tenido que cerrar, aunque sí alguna lo está haciendo al 30 y 70 por ciento de su capacidad, pero recuperará el cien por ciento a medida que avance la jornada.
Por su parte, el presidente de APAG-Asaja Extremadura, Juan Metidieri, ha asegurado que la jornada en el campo extremeño “ha sido totalmente normal”, “como un día cualquiera” salvo en los puntos donde se han concentrado los sindicatos.
La organización agraria UPA-UCE se ha desmarcado de las posiciones de los sindicatos y de una parte de la patronal del campo, que han llevado a la convocatoria de tres días de huelga, y ha pedido su desconvocatoria y sentarse a negociar. Además, ha exigido un “corredor” para que las explotaciones familiares y profesionales, que son las que respetan las condiciones de salarios a los trabajadores, puedan entregar la fruta en las centrales
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