Investigadores de la compañía tabaquera Philip Morris han detectado que la venta ilegal de tabaco en ferias de Andalucía y Extremadura decae, aunque las mafias responsables de esta actividad están cambiando su “modus operandi” para burlar el control policial.
La compañía ha puesto en marcha un programa para indagar este tipo de contrabando a través de investigadores privados, cuyos resultados son compartidos posteriormente con las fuerzas de seguridad. De acuerdo con los datos recogidos durante los últimos años, la existencia de puntos de venta de tabaco oficiales dentro de los propios recintos “ayuda a disuadir a las mafias y reduce considerablemente el problema”.
Ha citado como ejemplo el de Málaga, donde cayó el contrabando de tabaco tras la apertura de un estanco dentro del recinto, en contraste con Cáceres, donde no había un punto de venta oficial y se observó un repunte.
“Ciudades como Sevilla, Málaga, Algeciras, Badajoz y Córdoba han notado una bajada en la presencia de vendedores de tabaco ilegal en sus ferias, aunque eso no conlleve un descenso de las aprehensiones respecto a años anteriores”.
Cambian el 'modus operandi'
Los investigadores han detectado, además, que la cada vez mayor presencia y cooperación policial hace que las mafias “alteren su 'modus operandi'” y se vuelvan “cada vez más precavidos”.
Entre estos cambios de comportamiento, han detallado que las ventas se concentran por la noche -cuando más gente acude a la feria-, que el vehículo donde reponen su mercancía ya no está aparcado al lado del recinto y que cuentan con personas dedicadas a avisar de la cercanía de los agentes de forma “constante”.
Investigadores de la compañía tabaquera Philip Morris han detectado que la venta ilegal de tabaco en ferias de Andalucía y Extremadura decae, aunque las mafias responsables de esta actividad están cambiando su “modus operandi” para burlar el control policial.
La compañía ha puesto en marcha un programa para indagar este tipo de contrabando a través de investigadores privados, cuyos resultados son compartidos posteriormente con las fuerzas de seguridad. De acuerdo con los datos recogidos durante los últimos años, la existencia de puntos de venta de tabaco oficiales dentro de los propios recintos “ayuda a disuadir a las mafias y reduce considerablemente el problema”.