La hostelería extremeña asume con resignación el rigor del calor durante el verano, que provoca una reducción de las horas de ocupación en las terrazas y además aumenta las facturas de la luz debido a la permanente utilización del aire acondicionado en el interior de los locales.
La responsable del céntrico establecimiento de Badajoz 'Carmen Gastrobar', Laura García, explica a la agencia Efe que su local, de grandes dimensiones, cuenta con aire acondicionado “desde las 8:00 horas hasta las 2:00 horas de la madrugada”, lo que representa “un elevado coste” que afronta con el fin de “generar un valor añadido” durante una época “donde todas las terrazas están a más de 40 grados”.
García considera además que “sería importante instalar nebulización en el Casco Antiguo” pues “la sensación de calor amainaría” en el exterior.
El presidente del centro comercial abierto (CCA) Casco Antiguo, Emilio Vahí, considera en esta línea “positivo” impulsar un microclima en el centro pacense, aunque “lo primero que se deberían arreglar son los toldos de la calle San Juan, deteriorados desde hace años”.
Frente a este calor, algunos empresarios reclaman ampliar el horario de cierre de las terrazas durante verano, para aumentar así el tiempo que pasan los usuarios en los veladores, que en el caso de Badajoz no se reactivan por las tardes hasta al menos las 20:30 horas.
Sin embargo, el presidente de la Asociación de Turismo y Hostelería de Extremadura, Antonio Martínez, considera que “no es una cuestión fácil” pues “la ley está hoy de parte de quienes no quieren esa ampliación”.
Si bien, la Ley de Espectáculos Públicos de Extremadura de 2019 permite el desarrollo normativo de un decreto que regule estos cambios en los horarios, “no parece sencillo impulsarlo”.
“Ninguna localidad va a dar pasos en este sentido para después enfrentarse a una demanda penal”, ha añadido el presidente de la asociación regional, quien asegura que otras comunidades autónomas sí tienen “unos horarios de cierre mucho más prolongados”.
En el mismo ejemplo de la ciudad de Badajoz el propietario del bar Crisol Fede Nessi, Federico Nessi, ha recordado además que “la ciudadanía aquí no tiene tampoco costumbre de cenar tan tarde, todo ello sin contar quién tiene que trabajar por la mañana al día siguiente o los muchos vecinos de Badajoz que están de vacaciones”.
Durante el verano este local “abre para desayunos, donde se logra un gran número de usuarios, y después reabre en torno a las 20:30, porque el mediodía y la tarde aquí son imposibles”; una medida que adoptan otros muchos establecimientos de la ciudad en este período.