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El alcalde de Cáceres exige garantías a los promotores del complejo del Gran Buda y el proyecto queda en el aire

Parece que la continuidad del proyecto del Gran Buda de Cáceres, que pretende ser el mayor centro budista de Occidente, se encuentra en estos momentos más en el aire que asentado sobre el cerro Arropez, donde se quiere instalar una estatua, recubierta de jadeíta, de 47 metros de altura.

Cuando la fundación Lumbini Garden presentó, en 2019, el proyecto del complejo del Gran Buda al Ayuntamiento de Cáceres habló de un macrocomplejo, con espacios para templos budistas y embajadas de diferentes países, una universidad de la paz, y otras series de instalaciones que, con el tiempo, parece que ya no están tan claras.

En alguna ocasión, incluso, se ha hecho referencia a instalar, en una primera fase, el edificio que Nepal llevó a la Expo de Milán, en 2015, para que funcione como centro de interpretación y, posteriormente, seguir creciendo.

Este lunes, una delegación de Nepal, acompañados por los responsables de la Fundación Lumbini, han mantenido una reunión con el nuevo alcalde, Rafael Mateos, que ha atendido la visita, ya comprometida en la agenda del anterior alcalde, Luis Salaya, en la que el presidente de la fundación, José Manuel Vilanova, ha señalado que necesitan comenzar con la construcción de la estatua de Buda para que sirva como punto de atracción para futuros inversores.

Sin embargo, el alcalde ha dejado claro que no se va a realizar ninguna cesión de terreno público en el cerro Arropez mientras la fundación no garantice la construcción del proyecto original, para que, finalmente, no se quede en sólo la estatua de Buda.

 Vilanova ha insistido en pedir celeridad para evitar la marcha de esta iniciativa porque “si se dilata más en el tiempo los donantes e inversores se van”.

Dada la situación, el complejo parece estar bloqueado, si, por un lado, los promotores aseguran que si no se construye pronto la estatua los inversores irán abandonado el proyecto, y si por otro, el alcalde mantiene que sin garantías de realizar el proyecto completo tampoco habrá estatua.

El inicio de las obras de la estatua, según la fundación,  tiene la suficiente entidad como para ser el catalizador del desarrollo de todas las fases y “lo que se quiere es constatar que arrancamos para que no se pierdan las voluntades”, ha indicado en rueda de prensa.

La instalación de la estatua gigante, que ya tiene luz verde ambiental de la Junta de Extremadura, y del Pabellón de Nepal en la exposición universal de Milán 2015 para el Centro de Interpretación de la Naturaleza y del Proyecto Gran Buddha de Cáceres serían los primeros pasos del macrocomplejo budista.

“Para eso -ha indicado Vilanova- necesitamos la cesión uso del monte Arropez” por parte del Consistorio, un cerro protegido donde se quiere desarrollar el proyecto en 111 hectáreas.

Vilanova, acompañado del alcalde de Cáceres, Rafael Mateos; el alcalde de Lumbini, Sajaruddin Musalman; y el vicesecretario de Gobierno de Nepal, Padma Kumar Mainalee, entre otros, ha quitado hierro a las “diferencias de interpretación” que tienen con el nuevo gobierno del PP “porque todavía no se ha hablado a fondo de esos flecos, pero casi todo lo que queremos hacer se puede respetando la zona ZEPA”, de especial protección de aves.

“Nosotros queremos desarrollar en una fase inicial la construcción de la estatua”, para la que la FLG tiene una inversión de 20 millones de euros, “sin salirnos de los parámetros de la ZEPA porque el resto del proyecto viene rodado”, ha añadido.

Tras erigir esa estatua “se adherirán el resto de los países asiáticos, que vendrán con sus edificaciones culturales y van a traer mucha riqueza a la ciudad de Cáceres, además de promover las exportaciones y la llegada de turistas”, ha subrayado Vilanova.

“La ZEPA no impide desarrollar algunas edificaciones del proyecto. Si lo dilatamos, los inversores se van”, ha insistido.

Según ha apuntado, se quiere terminar de fraguar un acuerdo “definitivo” con el Ayuntamiento que permita iniciar la construcción de la estatua porque ya se ha agotado una legislatura completa y la construcción de la estatua llevará entre 3 y 5 años, aunque hay otras actuaciones “que son viables dentro de la ZEPA”.

Por su parte, el regidor cacereño ha exigido “garantías” de que el proyecto “no se quedará a medias” pues “Cáceres no quiere una sola estatua, queremos que se ejecute el complejo completo”, aunque ha reconocido que es imposible acometerlo en una sola fase.

También se ha comprometido a desbloquear el proyecto en cuanto los técnicos y el equipo de gobierno puedan hablar con la Junta de Extremadura para dar respuesta a las dudas que plantea la cesión del Arropez.

“Necesitamos celeridad y certezas, no en este proyecto, sino en todos”, ha expresado el alcalde, que ha puntualizado que la visita protocolaria de este lunes ya se había cerrado por parte de la corporación de Luis Salaya y que “el expediente de cesión del terreno municipal también se inició en las últimas semanas de la legislatura”.

Mateos ha explicado que hay salvar cuestiones con el cerro Arropez como los derechos mineros que concurren en la zona, las afecciones a parcelas de particulares y otras que afectan a Carreteras y Defensa, además de las vías para garantizar los suministros básicos al cerro y el templo budista, que es algo que Urbanismo tiene que valorar.

Para Mateos, es una iniciativa que cuesta entender a la ciudadanía porque “es exótico, tiene muchas aristas y es a muchos años con inversiones muy importantes”, por lo que “hay que aterrizar ese proyecto y bajarlo para que los cacereños puedan entenderlo”.

La delegación nepalí ha sido recibido también este lunes por el jefe del Ejecutivo extremeño en funciones, Guillermo Fernández Vara, en la sede de la Presidencia en Mérida.