Una delegación extremeña viaja a Nepal para negociar la apertura de un centro budista en Cáceres

La consejera de Cultura de Extremadura, Nuria Flores, y el alcalde de Cáceres, Luis Salaya, ha iniciado una ronda de reuniones con representantes del Gobierno de Nepal como paso previo a la posible puesta en marcha de un centro budista en la capital cacereña.

La comitiva extremeña, en la que también está la directora general de Acción Exterior, Rosa Balas, ha viajado al país asiático, donde ya han mantenido encuentros dirigidos a la iniciativa religiosa.

Por su parte los impulsores económicos del proyecto de un centro budista en España, impulsado por la Fundación Lumbini Garden, visitarán Cáceres en el primer trimestre de este año.

Reuniones en Nepal

Flores, Salaya y Balas se han reunido con el presidente de la Asamblea Nacional de Nepal, Ganesh Prasad Timilsina. También con el alcalde de Bharatpur, Renu Dahal, así como con los ministros de Juventud y Asuntos Exteriores del Gobierno de Nepal, Jagat Bishwakarma y Pradio Gyawali, respectivamente.

El principal promotor en España del proyecto, José Manuel Vilanova, explica que en la visita a Cáceres estarían presentes el equipo del maestro budista Rinpoche Shyalpa, quien lidera la iniciativa, y Madame Zhao, la gran impulsora del proyecto desde Hong Kong.

Vilanova ya ha informado al monje Rinpoche del proyecto de Cáceres, la única ciudad que, “de momento”, se valora para el centro budista, pues si no se realiza en ella, “se llevará fuera de España”.

El citado centro budista contaría con un buda gigante, “más grande” que el “Tien Tan” de Hong Kong, una estatua de bronce de 34 metros de altura y 250 toneladas, junto al centro, que albergaría las reliquias originales del monje, aportadas por el Gobierno de Nepal, y un templo.

Además, una estupa de paz, jardines, sala de yoga y un monasterio para veinte monjes budistas están contemplados en el proyecto de la Fundación Lumbini Garden.

El templo y su entorno estaría financiado íntegramente por iniciativa privada, una “inversión asiática” de unos 25 millones de euros, dirigida a potenciar la multiculturalidad. La principal fuente económica sería Alice Chiu, empresaria y “benefactora mundial” y “una de las mayores fortunas de Hong Kong”.