El proyecto para instalar una estatua gigante de Buda en el cerro Arropé, a las afueras al sur de Cáceres, obtendrá la evaluación ambiental abreviada favorable por parte de la Junta de Extremadura. La Consejería para la Transición Ecológica y Sostenibilidad ha informado este miércoles al Consejo de Gobierno de la “viabilidad” ambiental del proyecto, según ha anunciado el portavoz de la Junta de Extremadura, Juan Antonio González, en rueda de prensa.
González ha recordado que este proyecto en el cerro Arropé llevaría aparejada la instalación del pabellón que Nepal llevó a la Expo de Milán (Italia), que ya tenía el informa ambiental positivo. Parte del cerro se encuentra dentro de una Zona de Especial Protección de Aves (Zepa). El director de relaciones institucionales de la Fundación Lumbini Garden, Ricardo Guerrero, declaró en septiembre que eso iba a “ser un impedimento”. Afirmó, además, que estaba pendiente de la redefinición de la zona Zepa ya que “no tiene ningún valor medioambiental y tampoco anida ninguna ave que justifique su protección”.
Tras el informe ambiental positivo al proyecto promovido por la Fundación Lumbini Garden, solo quedaría la autorización por parte del Ayuntamiento de Cáceres.
Visita a una dictadura
En septiembre de 2022 saltó la polémica después de trascender las reuniones mantenidas por dirigentes de la Fundación Lumbini con miembros de la Junta Militar Golpista de Myanmar, antigua Birmania. A esas reuniones acudió el presidente de la entidad, José Manuel Vilanova, y la empresaria cacereña y patrona de la misma, Pilar Acosta.
El objeto de este viaje –que desató una fuerte controversia política– era el de recabar apoyos para el proyecto “sin entrar en cuestiones políticas”. Como dijo entonces Vilanoba. Quien se justificó diciendo que ya habían presentado este proyecto hace cuatro años, al gobierno anterior al golpe de Estado, y que del mismo modo se lo iban a presentar al nuevo ejecutivo.
La Fundación Lumbini Garden esperaba que a finales de 2022 o principios de 2023 entrasen las máquinas en lo alto del Cerro Arropé de Cáceres, en un suelo cedido por el Ayuntamiento, para comenzar las obras del que será el Complejo del Gran Buda. Ocupará 110 hectáreas, contará con una estatua de 47 metros realizada en piedra blanca, y se espera que sea el mayor centro de peregrinación budista de occidente.
A una altura de casi 600 metros sobre el nivel del mar, y a unos 7 kilómetros de la ciudad, frente al Centro de Formación de Tropas (CEFOT), se alzará el enorme complejo budista.
El Gran Buda, que siempre se ha dicho que se haría en jade blanco, en realidad no se va a hacer con esa preciada piedra, pero sí con una muy similar conocida como jadeíta, que la van a donar los propietarios de una mina de Myanmar.
La escultura será hueca y estará recubierta por baldosas de esas piedras blancas de Myanmar, convirtiéndose con seguridad en otro gran monumento para visitar en la, ya de por sí, monumental ciudad de Cáceres, que fue declarada ciudad Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, en 1986, por ser el tercer conjunto medieval mejor conservado de Europa.