El comedor social de El Gurugú (ciudad de Badajoz) volverá a abrir este verano, aunque deberá adaptarse al incremento en la demanda social, pues tendrá que atender a 58 niños, 13 más que el año pasado.
El presidente de la Asociación de Vecinos de El Gurugú, Ricardo Cabezas, dio ayer datos de este comedor, que abrirá en julio y agosto para niños desde 6 a 14 años de las barriadas de El Gurugú, Los Colorines, Grupo Sepes y Plaza Nicolás Díaz Pérez.
Acompañado del presidente de Fundación Caja Badajoz, Emilio Vázquez, Cabezas ha reconocido que la iniciativa deberá solucionar este crecimiento en el número de beneficiarios, pues aunque la cocina es industrial, y por tanto se pueden incrementar las raciones, los locales están adaptados para 45 chavales.
“Vamos a intentar que ningún niño se quede en la puerta, y cuando digo esto es por que lo vamos a conseguir”, ha comentado el responsable de la asociación vecinal, quien ha agradecido el apoyo de Caja de Badajoz para que se pueda solventar este problema.
El presidente del colectivo vecinal badajocense ha explicado que mientras otras asociaciones extremeñas están “deshojando” aún la margarita respecto a si instaurarán o no comedor social, el proyecto de El Gurugú ya está “sembrado”.
Nada de auxilio social
Sin una decisión certera sería “muy difícil” improvisar un comedor para 58 chavales, por la importante cantidad de alimentos que se deben facilitar durante julio y agosto, pero además por el amplio número de actividades paralelas ofrecidas.
El comedor de El Gurugú no quiere parecerse al “auxilio social” de antaño, sino ofrecer un amplio abanico de actividades paralelas desde que los niños llegan al comedor a las 9,30 horas para desayunar.
Así, los niños recibirán apoyo escolar desde las primeras horas de la mañana, irán a actividades deportivas, recreativas y formativas, y visitarán la piscina o las distintas actividades de “Vive el Verano en Badajoz”.
También se realizarán visitas a instituciones, como el Ayuntamiento o la Diputación de Badajoz, o a zonas históricas como el Casco Antiguo.
Cabezas considera que alrededor del comedor se ha creado una auténtica “red solidaria”, como demuestra el hecho de que diversas empresas del Polígono Industrial de El Nevero se hayan ofrecido para facilitar el pan o la fruta, entre otras cuestiones.
El comedor solidario de El Gurugú cuenta con 2 cocineros, un educador y un monitor, además de los voluntarios.