En enero de este mismo año, hace apenas 6 meses, Manuel Ortega era elegido presidente de Acorex junto a un renovado consejo rector; días después presentaba como fichaje estrella al director general Antonio Barral, un profesional del sector bancario andaluz que llegaba con la sombra de duda de haber sido condenado por la Audiencia Nacional por prácticas irregulares en su etapa anterior.
Para aupar a esa nueva dirección de Acorex maniobraron en la sombra dirigentes del PP de la confianza de la vicepresidenta Cristina Teniente y de IU, el diputado Alejandro Nogales.
Con esa mezcla de intereses políticos y empresariales caminando de la mano, la nueva dirección de Acorex frenó la fusión que estaba prácticamente cerrada con la cooperativa andaluza Dcoop, bajo la excusa de que Acorex debía ser extremeña de pura cepa, prometió la inminente llegada de un crédito de muchos millones tras negociaciones con la banca regional y se frotó las manos augurando el retorno de las tres grandes cooperativas que habían salido del grupo para hacer negocios por su cuenta.
Ortega fue elegido presidente el 23 de enero en una asamblea con 120 asistentes, seis meses después el balance es desolador y es lo más parecido a una voladura controlada desde el interior.
Negro balance
La situación actual es la siguiente:
1/ Parte del consejo rector dimitió a las pocas semanas a la vista del rumbo que tomaba la dirección.
2/ Fracaso en las negociaciones bancarias. “El bloqueo que había parece que se va a quitar inmediatamente”, dijo Ortega hace 6 meses, pero todo sigue igual.
3/ Venta de la factoría Tomix en Miajadas (7 millones) a la competencia (Conesa)
4/ Pre concurso de Acosierra e inminente subasta de sus instalaciones (9,5 millones) por Hacienda
5/ Cierre precipitado de las jamonerías
6/ Un ERE que dejará en la calle a la mitad de la plantilla, a 82 trabajadores (ya se ha inscrito 28)
Negociaciones con AN
La bandera extremeña que la dirección e Acorex enarbolaba hace unos meses ha desaparecido en las conversaciones con el grupo navarro AN. En la última asamblea de socios celebrada la semana pasada se puso de manifiesto la división interna en estas negociaciones. Por 26 votos a favor y 14 en contra se ha aprobado la fusión de la Organización de Productores de Frutas y Hortalizas (OPFH) de Acorex con la de AN; de este modo las cooperativas extremeñas perderán los fondos operativos del año 2014-2015.
Los navarros se ofrecer a hacer un préstamo de 7 millones de euros para que Acorex pague deudas a sus cooperativas, pero a cambio de ese préstamos quiere que las cooperativas extremeñas comercialicen vía AN durante 5 años y también les compren fertilizantes, semillas…
En realidad, a Agropecuaria Navarra le interesa poco Acorex, peor mira con mucho interés la red de cooperativas de la que en un tiempo fue la mayor empresa regional.