La provincia de Badajoz figura entre las que cuentan con una mayor accesibilidad al dinero en efectivo del país, con un porcentaje de solo un 0,4% de población sin sucursal bancaria con ventanilla ni cajero automático, según ha informado la Diputación pacense.
Este índice asciende en otras provincias al 14,8 % y en Badajoz se ha mejorado en buena parte “gracias al Plan de Lucha Contra la Exclusión Financiera puesto en marcha por la Diputación”, con base a un estudio del Banco de España.
Diputación ha fomentado la instalación de 30 cajeros en sendas pequeñas localidades.
El informe también muestra que el territorio pacense es el tercero en cuanto a número de puntos de acceso al efectivo por cada 1.000 habitantes con dos, solo superado por Cuenca (2,4) y Teruel (2,3).
El estudio del Banco de España, añade, indica que la reducción del número de puntos para obtener dinero desde 2008 ha sido muy notable, que las oficinas bancarias han disminuido cerca del 50 por ciento y que el total de cajeros automáticos se ha recortado un 20 por ciento.
En la provincia de Badajoz se contabilizan 1.364 puntos de acceso al efectivo, lo que supone un grado de concentración de 0,25, y son cinco los municipios que no cuentan con estos servicios, mientras que 160 sí los tienen.
En comparación, en Cáceres son 135 localidades las que no disponen de acceso a efectivo y 88 las que sí lo poseen.
Este Plan de Lucha Contra la Exclusión Financiera, el presidente de la Diputación, Miguel Ángel Gallardo, lo dio a conocer el año pasado en el Senado, una iniciativa que ha supuesto la instalación de 30 cajeros automáticos en pequeños municipios de la provincia.
Se han favorecido desde Torremayor, la localidad más grande en la que se ha instalado con 957 habitantes, a El Risco, la más pequeña con 140 vecinos, y en total ha afectado a unas 13.000 personas.
Con una inversión de 3,6 millones de euros y adjudicado a Caja Rural de Extremadura, estos servicios financieros generan “igualdad y dignidad” en el mundo rural, resalta la institución provincial.
La Diputación corre con el gasto de la instalación, alquiler del cajero y mantenimiento de estos puntos durante cinco años y los ayuntamientos ponen el espacio necesario para su ubicación.
Los 30 cajeros automáticos instalados han movido 5,6 millones de euros como consecuencia de las 57.745 operaciones bancarias realizadas por los usuarios hasta el pasado febrero.