Los precios de la cesta de la compra en Extremadura han crecido un 33 % en los dos últimos años, impulsado, principalmente, por el incremento de los productos frescos, cuya subida ha sido del 38 %, según el último informe de la Unión de Consumidores de Extremadura.
El último número de la revista “Consumidorex” dedica un amplio reportaje a dicho estudio, en el que se comparan los precios actuales de las cesta de la compra con los de julio de 2020. “Con los datos obtenidos, podemos concluir que, a día de hoy, un extremeño medio gasta 608 euros más en alimentación en casa”.
Para realizar dicha comparativa de precios, el informe distingue entre alimentos envasados y frescos.
En los primeros, la diferencia entre el establecimiento extremeño más barato y el más caro es del 28 %; esto quiere decir que, con cada cuatro cestas compradas en el más caro, podemos adquirir cinco en el más barato. Dicha diferencia no supone que todos y cada uno de los productos de la lista sea más caro, sino que, en algunos en concreto, la diferencia sí es muy alta.
Así, por ejemplo, el litro de aceite de oliva virgen extra se encuentra a 4,13 euros en el establecimiento más barato, y a 6,99 euros, casi un 70 % más, en el más caro.
En cuanto a la cesta de la compra de productos frescos, esta hace referencia a 13 productos englobados en fruta, verdura y carne), con la particularidad de que el estudio no hace referencia a fruterías o carnicerías de barrio, donde en otros informes sí se señala que se encuentran precios más económicos.
“Aconsejamos que, antes de llenar todo su carro en el mismo establecimiento, visite a su vecino el frutero o al carnicero de la esquina, y compare precios y calidad”, añade el informe.
Otros ejemplos reflejan que el kilo de tomate en rama español se ha encontrado tanto a 1,90 euros como a 3,90 euros, más del doble; el de pimientos verdes, por 1,69 y 2,99 euros, y algo parecido sucede con la lechuga, las manzanas y las naranjas.
La Unión de Consumidores también ha detectado disminuciones en el tamaño del envase, una táctica denominada “reduflación, lo que en realidad es una subida encubierta”.