El guion se cumple y la mayoría del PSOE tumba la enmienda de las derechas a los presupuestos de Extremadura
Como era previsible, la enmienda a la totalidad al proyecto de Ley de Presupuestos de Extremadura para 2022, que de forma conjunta ha presentado y defendido PP y Cs, no ha salido adelante por la mayoría absoluta de los socialistas en la Cámara, a cuyos votos se han sumado también los de los diputados de Unidas por Extremadura. De este modo, las cuentas elaboradas por el Ejecutivo regional continúan su tramitación con la presentación de enmiendas parciales.
El proyecto de Ley de Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma de Extremadura para 2022 asciende a 7.000 millones de euros, lo que representa un incremento del 9 por ciento, 571 millones más respecto a las cuentas de presente ejercicio. Durante su defensa, la consejera de Administración Pública y Hacienda, Pilar Blanco-Morales, ha defendido que los PGEx responden “a los efectos imprevisibles y devastadores” de la pandemia, construirán una Extremadura “más resiliente” y atenderán las necesidades de los ciudadanos mediante el “potencial transformador” de los fondos europeos.
Las cuentas contribuirán a “mejorar la cohesión social, a dinamizar el mercado laboral y combatir el reto demográfico” sobre el refuerzo del Estado del Bienestar, ha expresado Blanco-Morales, quien ha acusado a PP y Cs de haber empleado las “mañas del tahúr” para argumentar su rechazo a un presupuesto “que ni les importa porque no les importa el futuro de los extremeños”.
Al tiempo que les ha recriminado haber construido su enmienda sobre el desconocimiento y el “artificio”, la consejera ha mostrado su “voluntad de diálogo y consenso” con todas las fuerzas políticas para aprobar unas cuentas que se han elaborado desde el “realismo” y la “determinación”, y que demuestran “que es posible afrontar la crisis de otra manera”.
“Hipotecan el futuro”
En cambio, para los líderes de PP y Cs en Extremadura, José Antonio Monago y David Salazar, respectivamente, los presupuestos para 2022 “disparan” la deuda a costa de “hipotecar” a las generaciones futuras y usan las “mismas recetas” de siempre que “no resuelven” los problemas de los extremeños ni impulsan la necesaria transformación de la región.
Monago ha remarcado que se trata de unos presupuestos con “pies de barro”, un “farol” en los que “se juega mucho dinero y no tienen ninguna carta buena” que ofrecer, porque son “yonquis de la deuda”, “deudodependientes”, y se basan en un aumento de los fondos europeos, cuya “cuantía se desconoce a ciencia cierta”.
En su opinión, “no son los presupuestos que necesita Extremadura” ya que “no retienen el talento joven, no garantizan la igualdad de servicios en los pueblos, no mejoran la sanidad, no frenan la despoblación, no apoyan a los autónomos, no ayudan a los agricultores y ganaderos, no garantizan la viabilidad de las empresas, no bajan impuestos y no equilibran inversiones entre Cáceres y Badajoz”.
En términos similares, Salazar ha calificado estas cuentas como “irresponsables”, una “ruina para el presente y una hipoteca para el futuro”, además de una oportunidad perdida de hacer “unos presupuestos revolucionarios” que transformaran la comunidad gracias a los fondos europeos y que propiciasen “lo que más ayuda a una persona a ser libre: la libertad económica de conseguir un trabajo”.
Ciudadanos apoyó el año pasado los presupuestos que intentaron mejorar con enmiendas parciales que “no se han cumplido” y estos “se quedaron como siempre, como los de este año”, que insisten “en recetas fallidas” y no sirven para afrontar los retos de la región.
Por su parte, y ante la insistencia en el argumento de la deuda por parte de las dos formaciones, la portavoz del Grupo Socialista de la Asamblea, Lara Garlito, ha indicado que tienen “un síndrome de dependencia de recortes y deudas”, a la vez que ha defendido los presupuestos por ser “justos, sociales y transformadores”.
La enmienda a la totalidad ha contado además con el voto en contra de Unidas por Extremadura, cuyo diputado Joaquín Macías la ha calificado como “irresponsable”, porque son unas cuentas expansivas en un momento decisivo para la recuperación, aunque también ha criticado la falta de dialogo del PSOE, “aferrado en su mayoría absoluta”.
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