El presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, ha anunciado que la semana que viene viajará tres días a Dubái “para intentar cerrar algunas cosas allí y buscar inversores para otras” y añadido que ninguno de los grandes proyectos industriales que estaban previstos para Extremadura, incluida la azucarera, están descartados.
Según el presidente hay muchos proyectos industriales previstos en Extremadura.
Si alguna de estas iniciativas se demoran en el tiempo -como es el caso de la Azucarera de Mérida que promueve la Gulf Sugar Company de Dubái, propietaria de la fábrica de azúcar más grande del mundo- es debido a que “no son proyectos de 20.000 euros, son proyectos de cientos de millones de euros y desde que una persona toma una decisión hasta que la ejecuta transcurre tiempo”.
“Cuando tú estás construyendo una azucarera en Egipto y quieres otra para Europa”, igual hay que esperar a que termine la primera para empezar la segunda, además de que necesitas “resolver un tema que se llama 700 millones de euros”.
Según él ninguno de estos grandes proyectos para Extremadura depende de los Fondos de Recuperación, Trasformación y Resiliencia, aunque pudieran optar a ellos una vez que se han puesto encima de la mesa. “Es decir no vienen albur de ellos y si no se los dan, se van”, asegura.
Sin embargo su viaje a ver a los promotores de la azucarera se produce una vez que el Consejo de Ministros ha aprobado este martes pasado el proyecto sectorial, o Perte (Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica) de la agroindustria por un valor de 1.000 millones de euros, acogido a esos fondos europeos de reanimación económica.
Mucha mano de obra
“Las cosas no son fáciles, cuanto tú tienes que buscar financiación para un proyecto de dos millones de euros, es más fácil que cuando tienes que buscar para uno de 700”, ha dicho el presidente de la Junta, quien ha destacado que los proyectos industriales previstos en la región “son de mucho dinero, muy intensivos en mano de obra y que llevan su tiempo”.
Un proyecto como el de la azucarera, por ejemplo, requiere extensas plantaciones de remolacha azucarera.
Vara dice comprender que haya gente que no se crea el futuro que espera a Extremadura, algo que no ocurre “cuando estás en el timón del barco y vas viendo como el barco va avanzando” y “vas viendo, sobre todo, que puede que un proyecto se caiga y detrás aparecen dos más”.
Sobre su viaje a Dubái, ha indicado que será de lunes a miércoles y cuando vuelva no habrá “ni un solo día del mes de febrero que no tenga una reunión con proyectos de inversión importantes” , muchos de ellos procedentes de “muy lejos”.
El presidente extremeño ha decidido “no hablar de las cosas hasta que no están hechas” para que “nadie pueda entender que le estamos vendiendo humo”.
El desarrollo previsto en la región es tan grande, según Vara, que cuando se vuelva a sentar con el Gobierno para hablar de deuda histórica, para él esta deuda será “suelo industrial que no esté sometido a que tengamos que depender durante 15 años de sentencias judiciales”, como ha ocurrido con el proyecto turístico Marina Isla de Valdecañas.