El camalote ocupa ya como 560 campos de fútbol, plan de choque con militares y Confederación Guadiana

La unidad militar de emergencias (UME) se incorporará oficialmente a partir del 15 de octubre con 120 personas al plan de choque y estratégico que tiene como objetivo limpiar el río Guadiana de camalote a lo largo de 175 kilómetros, entre la desembocadura del Zújar en las Vegas Altas, y Caya junto a Badajoz, y evitar así que esta “invasión” llegue a Portugal.

La planta ocupa una superficie de 400 hectáreas, equivalentes a la de 560 campos de fútbol como el terreno de juego del Santiago Bernabéu.

Representantes de la Junta de Extremadura y de la Administración central (ministerios de Interior y Defensa, Confederacion Hidrográfica del Guadiana, coordinados todos ellos por la Delegación del Gobierno) han aprobado este viernes las líneas de esta actuación que en primer lugar y como acción de choque va a limpiar el río de esta planta indeseable hasta el mes de febrero (cuando su crecimiento se detiene por el frío), pero luego se va a prolongar para el control de su crecimiento y expansión.

El presidente autonómico, Guillermo Fernández Vara y su consejera de Medio Ambiente Begoña García, el teniente general de la UME, Miguel Alcañiz, y la delegada del Gobierno en la región, Yolanda García, han cerrado el acuerdo en una reunión celebrada esta maña en Mérida.

Había ya en ciernes un plan más intensivo de Confederación, con 200 personas más otras 100 que se van a contratar y costará tres millones de euros, y además ahora están sobre el terreno los primeros mandos de la UME para que el contingente militar de 120 hombres empiece a actuar desde mediados de febrero y “hasta que haga falta” según la delegada del Gobierno.

El operativo empezará desde los dos extremos contaminados por el río, desde la frontera de Caya en dirección a Badajoz y Mérida, y desde la desembocadura del Zújar en el Guadiana en dirección aguas abajo, hacia Portugal.

Las riberas afectadas alcanzan los 630 kilómetros de largo.

Se organizan Confederación (medios propios y contrata de Tragsa) y UME en dos grandes tramos, que tienen como punto de encuentro la presa de Montijo en Mérida, y 11 subtramos.

175 kilómetros

La actuación se extenderá sobre 175 kilómetros y hay 400 hectáreas de río totalmente cubiertas por camalote.

Treinta y dos embarcaciones, y 20 equipos por parte de CHG-Tragsa, más los militares, cuyo número va a fluctuar según las necesidades pero en principio 120 como máximo, son medios mecánicos y humanos que se van a emplear.

La operación cuenta con la supervisión de la Universidad de Extremadura a fin de que los métodos no perjudiquen a especies animales y vegetales protegidas.

La planta extraída la depositarán junto al río para que no se propaguen las semillas, con la suerte de que el camalote, que en principio un 90% de su peso es agua, se descompone con facilidad.

El presidente de la Junta, Fernández Vara, ha dado las gracias a la ministra de Defensa y responsable política de la UME, Margarita Robles, por su ayuda.

Para él, al correr riesgo ya de invadir Portugal y crear un conflicto entre ambos países, el camalote en este espacio fronterizo “es un problema de país”.

Vara subraya el hecho de que por primera vez la UME actuará en un problema medioambiental, hasta ahora sólo en emergencias.

Ha propuesto que este problema transfronterizo vaya a la cumbre hispanolusa que se celebra el próximo mes de noviembre.

La delegada del Gobierno, Yolanda García, advierte que erradicar del todo esta plaga vegetal “es complicado”