Aunque Extremadura apenas acapara el 0,3% del turismo extranjero que llega al país, cuatro de sus ciudades fueron declaradas hace dos años municipios de gran afluencia turística a efectos comerciales. Desde enero de 2014 Badajoz, Cáceres, Mérida y Moraleja pueden abrir sus comercios de más de 300 metros cuadrados 16 domingos y festivos al año, seis más que antes, al gozar de una titulación que solo disfrutan otras 14 ciudades en España.
Esto va a cambiar, para volver a los 10 festivos vigentes hasta 2013 inclusive, pero no tan rápido como quiere el pequeño y mediano comercio, y rehúye a toda costa la asociación de grandes superficies; las pymes con tienda de menos de 300 metros pueden abrir cuando quieran, pero dicen que no les tiene cuenta, y cuando las grandes lo hacen en festivo ellos dicen notar un descenso de ventas en las semanas siguientes.
El consejo regional del sector lo aprobó en noviembre pasado, volver a los 10 días al año, pero tiene que ser mediante una reforma de la Ley de Comercio de Extremadura que el PSOE ha intentado sea por la vía de urgencia, pero ha sido frenada por el voto decisivo de Podemos (también el PP porque fue el que impulsó los 16 festivos), porque “impide la participación” y el poder aportar o modificar algo del texto.
Dos domingos más
La urgencia de la Junta, pymes, sindicatos, consumidores, y partidos como el PSOE persigue que el estado actual no se prolongue más allá de lo deseable. Pero no va a poder ser y su aprobación prevista para el 11 de febrero no va a impedir que las grandes superficies puedan abrir libremente los primeros domingos de febrero y marzo.
Y es que es necesario que la Consejería de Economía e Infraestructuras, competente en materia de comercio, finalice sendos expedientes para desposeer de ese título de gran afluencia turística a Badajoz, Cáceres, Mérida y Moraleja, el de esta última localidad (6.963 habitantes), “un verdadero sarcasmo” según la Confederación Extremeña de Comercio (Confeco) y la Federación de Comercio y Servicio de la Provincia de Badajoz (Fecoba).
Finalmente la reforma de la Ley de Comercio que va a cambiar el estado de las cosas no se tramita de modo urgente y lectura única como quería el grupo parlamentario socialista, aunque ha conseguido que sea por vía extraordinaria que acorta los plazos en un par de semanas; la Mesa de la Asamblea de Extremadura ha aprobado esa petición del PSOE, a la que ha unido otra de Podemos para que los representantes del comercio den su opinión entre el 15 y el 27 de enero mediante comparecencias en el Parlamento regional.
Opinión negativa
Según los datos aportados a este debate por Confeco y Fecoba, la liberalización de los horarios comerciales no aporta ni más empleo neto (el que se pueda crear en grandes superficies se destruye en las pequeñas), ni aumento de ventas; entre 2008 y 2014 han desaparecido en la región 1.624 pequeñas empresas de venta minorista, mientras que se mantienen las cuatro grandes con más de 100 trabajadores.
A la vez, entre 2009 y enero de 2015 hay 2.448 afiliados menos a la Seguridad Social en este sector.
La legislación nacional contempla la declaración de gran afluencia turística, para poder abrir libremente, pero “está pensada para ciudades de más de doscientos mil habitantes y seiscientas mil pernoctaciones turísticas anuales, es decir, para el comprador foráneo pero no para el cliente local”, razón por la cual el plan nacional ‘Turismo de Compras’ “propone la inclusión de 24 ciudades españolas, pero ninguna de ellas en Extremadura”.
En Extremadura hay 12.540 pequeñas y medianas empresas comerciales con 35.000 empleos directos y 200.000 indirectos, y casi el 60% del personal empleado es femenino, según otros datos oficiales recopilados por Confeco y Fecoba.