Robe Iniesta es uno de esos artistas que contradice el dicho popular que señala que uno nunca es profeta en su tierra, y lo hace por dos razones. La primera porque congrega a miles de extremeños siempre que ofrece un concierto junto a su banda, dentro y fuera de la región. La segunda, porque recibe este domingo la Medalla de Extremadura.
‘El Robe’ es uno de los premiados con el más alto galardón que concede la Comunidad Autónoma. En concreto el Gobierno del PP de José Antonio Monago ha decidido distinguir al cantante de rock , junto con la Jefatura Superior de Policía de Extremadura, Adolfo Suárez (a título póstumo), la UNED y la Asociación para la Donación de Médula Ósea y Cordón Umbilical.
¿Vendrá?
A pocas horas de la entrega de la Medalla de Extremadura muchos se preguntan si Roberto Iniesta acudirá este domingo al Teatro Romano de Mérida a recoger el galardón con el que le ha premiado la Junta.
El líder de la banda de rock transgresivo siempre ha sido poco amigo de las multitudes y de los focos, y más aún en actos institucionales de gran formato alejados su hábitat natural.
Entre esos seguidores extremeños que se preguntan si el cantante acudirá a recoger la medalla, también corre la duda de si, en caso de ir, se hará una ‘selfie’ con los agentes de la Policía Nacional que también recogerán una medalla (escúchese en un día como hoy la canción ‘Estado Policial’ de Extremoduro).
Lo cierto es que Extremadura siempre ha estado ligada a este placentino, por el propio nombre del grupo y por el aluvión de seguidores que le siguen de manera incondicional. De hecho el cuarteto que lidera Robe Iniesta congrega a innumerables seguidores en todos y cada uno de los conciertos que ofrece en la comunidad, el último de ellos este mismo sábado en Don Benito.
Pocos grupos pueden tener el honor de reunir en su tierra a varias generaciones de incondicionales dispuestos a bailar sus letras. Su poder de convocatoria es abrumador fuera y dentro de Extremadura, superado la cifra de 80.000 entradas vendidas en su gira, y poniendo el cartel de localidades agotadas en plazas como la de Zaragoza, Pamplona o Madrid.
La banda de Robe Iniesta sabe reconocer el olor del asfalto porque fueron muchos los kilómetros que ha recorrido en sus casi 30 años de carrera. Y en sus inicios fueron muchos los kilómetros que recorrió por su ‘ExtremayDura’ natal. Muchos ‘bolos’ en pequeñas localidades, actuaciones gratuitas y mucho ambiente nocturno en el que darse a conocer y hacer contactos.
Recuerdos de los 80
A Robe lo recuerda a finales de los 80 Manuel Cañada, actual miembro del Campamento Dignidad y ex coordinador general de IU en Extremadura. Según comenta Cañada, por aquellos entonces era un grupo de chavales jóvenes, conocidos por la gente de su ambiente en el norte de Cáceres, y que intentaban darse a conocer por el resto de Extremadura con algunos temas debajo del brazo.
“Lo recuerdo como un chico tímido, callado, que vino con otro de sus compañeros, muy ligado a Izquierda Unida, para mostrarnos su música y pedirnos colaboración”, comenta Cañada, que destaca sobre todo la calidad de sus canciones, desde esos primeros momentos.
Era la época en que el grupo vendía papeletas, a mil pesetas cada una, a cambio de recibir una copia de la maquea cuando esta estuviera grabada. Entonces, según comenta Manuel Cañada, su música se incorporó a los repertorios del Partido Comunista en Extremadura. “Me recordaba por aquellos entonces al rock vasco de la época, aunque con un punto más ligth”, añade.
Recuerda a este grupo como una banda fresca, “poéticos en ocasiones e irreverentes en otra”. Y es por eso que Cañada espera que Robe Iniesta siga “fiel” a los principios, como cuando era un chaval, y no participe en la “operación de legitimización del PP” recogiendo la medalla, según comenta a eldiario.es Extremadura.
El secreto de Extremoduro
En aquellos inicios la banda dio con la ‘tecla’ que enganchó a un público ávido de escuchar rimas reivindicativas a veces, y con un alto nivel de emotividad en otras.
Si algo caracteriza a Extremoduro es su capacidad para profundizar en el corazón de personajes muy diferentes, y de describir ese hastío crónico que recorre las venas de muchos de los habitantes occidentales del siglo XXI. Al mismo tiempo saca su lado más canalla.
Extremoduro parece haber encontrado la fuente de la eterna juventud. Sus conciertos hacen vibrar a todo el mundo y la calidad de su banda de música aporta ese toque que les permite alcanzar la perfección en ocasiones.
Su estilo, el autodenominado rock transgresivo, ha ido evolucionando a lo largo de su trayectoria, pasando de tener coincidencias con el rock estatal a incorporar nuevos instrumentos como el saxofón –rock progresivo—y desembocar en el denominado rock sinfónico de la mano de discos como ‘La ley innata’.