La campaña de fruta extremeña estará marcada por la menor producción en relación a lo esperado en lo que se refiere a la cereza y a la ciruela, aunque en el resto de variedades se prevén valores óptimos, por lo que a nivel global la cosecha regional podría ubicarse en valores medios.
En declaraciones a EFE, el máximo responsable de Asaja Extremadura, Ángel García Blanco, ha explicado que la incidencia de las lluvias acontecidas semanas atrás en la cereza ha podido afectar a unos diez millones de kilos que no estarán en el mercado o no tendrán las condiciones más óptimas, de ahí que se prevea una menor producción en relación a lo inicialmente previsto.
A diferencia del año pasado, estas precipitaciones “no han sido pedrisco”, por lo que el grado de aceptación será inferior al sufrido en 2023, ha manifestado. Estas lluvias tuvieron especial incidencia en el norte de la provincia de Cáceres, de ahí que afectasen a la cereza, aunque en el caso de los cultivos en territorio pacense habrá una disminución de la producción de ciruela pues “este año no ha cuajado bien” en algunos casos. En este caso, las estimaciones apuntan a que “se alcanzará un 60 por ciento de la producción de ciruela prevista”. En lo que respecta a la nectarina, el melocotón y el paraguayo la situación es “óptima”, ha manifestado García Blanco.
En su opinión, a nivel global podría producirse finalmente “una buena campaña”, lo que es positivo especialmente si se tiene en cuenta la incidencia que tendrá el granizo acontecido en otras zonas productoras españolas como La Rioja o Lleida. Con una menor producción global en distintas zonas del país deberían subir los precios, ha reconocido.
“Habrá que ver la evolución de las cotizaciones pues está comenzando la campaña, pero hay que significar entre otros el bajo precio que recibe por ejemplo hoy el agricultor por la cereza si se compara con el elevado coste que representa este producto para el consumidor en el supermercado”, ha dicho García Blanco.
Donde ya se aprecia un aumento de los precios es en el caso de la pera, pero el responsable de Asaja ha recordado a este respecto que el cultivo ha descendido en los últimos cinco años en la región extremeña debido a la disminución de perales durante dicho periodo.