Los otros excluidos por PP y Vox del comedor gratis en Extremadura: familias monomarentales, en paro y con dependientes

Santiago Manchado

17 de septiembre de 2023 23:16 h

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“Guardiola ha jugado a la lotería con las familias extremeñas”. Esta es la sensación que tienen muchas de ellas tras ser excluidas de la gratuidad del comedor escolar, a pesar de que este curso y el próximo tendrían que estar bonificado al 100% para todos los solicitantes. Sin embargo, el Gobierno PP-Vox en Extremadura se escuda en razones presupuestarias y en una instrucción que elaboró el PSOE el pasado junio para no aplicar un derechos que se aprobó en la Asamblea y se incluyó en las cuentas autonómicas para este ejercicio.

Casi 15.500 menores han conseguido la ayuda pero las familias de más de 2.100 niños y niñas tendrán que pagar de su bolsillo y directamente a las empresas de catering los 5,69 euros que costará le menú, un 31% más caro que el curso anterior. En principio, la Consejería de Educación asegura que todas las familias vulnerables tienen garantizada la beca y que solo van a pagar aquellas que pueden afrontar ese gasto. El problema es que la baremación, y que esta se haya aplicado por centros escolares, ha provocado desigualdades, agravios comparativos y casos paradójicos, como que se hayan quedado fuera de la gratuidad familias monomarentales, con un miembro en paro o con un trabajo temporal u otras que necesitan conciliar porque son cuidadoras de personas con dependencia. Incluso se da la circunstancia que hay hermanos que van a comer gratis en el comedor y otros tendrán que pagarlo.

“Me subo por las paredes con lo que dijo el jueves la consejera de Educación. ¿Cómo que solo van a pagar los que más tienen y pueden permitírselo?”. La madre del colegio Alba Plata que Cáceres que hace estas declaraciones a elDiario.es Extremadura, y que prefiere no desvelar su identidad, no disfrutará este curso de la gratuidad del comedor y lo entiende. Según ha explicado, aunque en su casa entra solo un sueldo, es conocedora de que en el colegio al que va su hija hay situaciones más complicadas: “Tengo que pagar cuando los ingresos de mi casa son 1.400 euros al mes, lo acepto, pero hay gente más vulnerable que tampoco puede ir gratis”, cuenta una madre del colegio público Alba Plata que se ha puesto en contacto con este periódico.

Las familias que han solicitado el comedor por motivos de conciliación laboral han tenido que presentar un certificado de horarios firmado por las empresas donde trabajan, aunque este extremo está siendo verificado aún por multitud de centros educativos. Pero es que hay progenitores que en el momento de presentar la solicitud no estaban trabajando, una situación que ha cambiado semanas después. “En los colegios nos conocemos todos y vemos cómo hay casas donde los dos padres son funcionarios y tienen derecho a la ayuda y otras donde esta solo la madre y no tienen derecho. Que vengan a mi a decirme que con un sueldo tienes la misma capacidad de pago que las casas donde entra dinero por partida doble con un solo hijo”, según esta madre.

Rentas bajas sin beca y gratis para medianas

Situaciones como esta se repiten en varios centros educativos. Y es que la baremación de la Consejería de Educación se ha llevado a cabo por colegio debido a la limitada capacidad de plaza de sus comedores escolares, aunque en 27 de ellos se duplicarán los turnos para atender toda la demanda, aunque no la gratuidad. Ello ha llevado a que haya familias con rentas medianas que obtengan beca para sus hijos y otros con menores ingresos que tengan que abonar el precio a las empresas de catering. Por ejemplo en Mérida, donde el cupo de plazas gratis en un colegio de la periferia se ha quedado en torno a los 24.000 euros de ingresos y en otro de nueva creación puedan entrar sin pagarlos hijos de padres que cobran más de 28.000 euros anuales.

Otros padres y madres se quejan de que el único concepto que la Junta de Extremadura ha tenido en cuenta además de la renta ha sido la conciliación, pero solo la laboral. Silvia Tostado tiene a sus dos hijos matriculados en el colegio Nuestra Señora de Guadalupe de Miajadas (Cáceres). Tendrá que pagar por ambos si quiere que almuercen en el comedor escolar, aunque “mi pareja trabaja dos meses al año, hoy –el viernes– es su último día y es muy complicado encontrar otras opciones de trabajo pues Javier, uno de nuestros hijos, tiene un 38% de dependencia y necesita terapia, asistir a extraescolares, acompañamiento...”.

A su juicio, el problema estriba en que Educación ha entendido que la conciliación solo se da cuando hay dos personas trabajando de forma remunerada, “pero hay muchas otras circunstancias y hay familias en situaciones más ventajosas que la mía, que además tengo la consideración de familia numerosa, que no van a pagar”, lamenta Silvia, que está preparando una reclamación contra la Junta para saber “exactamente” los criterios de valoración y el motivo por el que familias con dos adultos, “en ambos casos en la función pública”, van a disfrutar de las becas comedor.

No obstante, aclara que, aunque no es partidaria de que sea un servicio gratis para todo el mundo, “si ese fue el compromiso, el nuevo Gobierno de la Junta tendría que haberlo respetado y haber hecho todo lo necesario para cumplirlo, que para eso están gestionando”.

Ana BR, otra madre del mismo centro educativo, en el que 16 familias se han quedado sin ayudas públicas, no sale de su asombro porque sus hijos estaban becados desde que entraron en primero de Primaria “y ahora en cuarto tienen que pagar cuando en mi casa, con cuatro miembros, solo entra un sueldo”. Pero, según describe, en el colegio van a tener que abonar los 5,69 euros del menú “familias monomarentales, o que tienen un hijo que padece autismo. Si es que hasta en una primera baremación entre mi hijo pero mi hija se quedó fuera”. Ahora están los dos excluidos.

Educación pública y gratis

Desde UGT aseguran que la falta de planificación de la Junta ha generado mucha inquietud entre las familias en la semana de arranque del curso escolar. La secretaria general del sindicato en Extremadura, Patro Sánchez, critica que ha habido familias con necesidad de conciliar por motivos laborales que el primer día de clases aún no sabían si podían dejar a sus hijos en el comedor “aunque fuera pagando”.

Sánchez considera que si Educación ha logrado dar cabida a todos los solicitantes, “todos tendrían que tener una bonificación del 100% al menos hasta final de año porque ese fue el compromiso”. “Si hay espacio, se puede hacer y no me vale con que no hay dinero. Cuando hay voluntad se pueden hacer las modificaciones presupuestarias que sean necesarias”, indica.

Por su parte, el vicepresidente de la Federación Extremeña de Asociaciones de Madres y Padres de Centro Públicos (Freampa), Iván Fedrón, explica que se han dado “todo tipo de situaciones por el efecto llamada que supuso el anuncio de la gratuidad”. Pero, a su juicio, la Junta de Extremadura ha reaccionado tarde, lo que ha generado “inquietud” en las familias. Por ello, la federación exige que se amplíe el presupuesto de los comedores escolares para que el servicio sea gratuito y público.