Extremadura cerrará en el puente de San José y Semana Santa, y las reuniones privadas se limitarán a convivientes

Las previsiones se cumplen y Extremadura tendrá que dar marcha atrás en algunas de las medidas que comenzaron a flexibilizarse tras superar la tercera ola de la COVID-19. Pero otras medidas podrán permanecer intactas de cara a los días festivos del puente de San José y de Semana Santa, según el acuerdo adoptado este miércoles por las comunidades autónomas en el Consejo Interterritorial de Salud, del que ha informado el consejero, José María Vergeles.

La Junta ordenará el cierre perimetral de la región del 17 al 21 de marzo -como así harán las comunidades en las que sea festivo el Día del Padre- y del 26 de marzo al 9 de abril. Pero la movilidad entre municipios se permitirá.

En esos días, el toque de queda permanecerá de 23 horas a 6 de la mañana, pero las reuniones privadas, es decir, las que se producen en lugares distintos a los establecimientos de ocio controlado o en espacios privados, quedan limitadas a personas que convivan juntas en el domicilio.

En las terrazas se podrán seguir congregando seis comensales, pero en el interior de bares y restaurantes el número se limitará a cuatro. Esta última restricción se había ampliado a seis en Extremadura el pasado viernes.

Además, en base a ese acuerdo, la región prohibirá la celebración de “eventos masivos de cualquier índole.

Las nuevas medidas en estos días festivos suponen un golpe para el sector turístico extremeño, que ya había adelantado que esperaba una alta ocupación en el puente de San José por parte de “cientos de madrileños”, que ahora tendrán que anular sus reservas. “No son medidas fáciles pero tampoco son un paso atrás, se trata de coger impulso y evitar una situación que puede traer más riesgos que beneficios en un momento en el que se empiezan a ver los resultados de la vacunación”, ha trasladado el consejero de Sanidad a los empresarios, al tiempo que se ha mostrado “seguro” de que se pondrán en marcha “mecanismos de compensación” para los sectores afectados por estas restricciones“.

Respecto al regreso de los estudiantes universitarios, Vergeles les ha pedido que eviten la “vida social” unos días antes de regresar a Extremadura, que respecten las medidas de protección individual y colectiva, y que hagan uso de los puntos de cribado que se abrirán en esos días para la realización de pruebas diagnósticas a demanda.

Este miércoles ha subido de forma discreta la incidencia acumulada a los 14 días en Extremadura hasta los 44 casos por cada cien mil habitantes, principalmente por brotes en el área de salud de Don Benito-Villanueva, pero el resto de indicadores epidemiológicos muestran que la situación se mantiene estable en la comunidad. La incidencia en mayores de 65 años es de 24,86 casos, la tasa de positividad es de 2,31% y las UCI están cerca del 6% de ocupación.

No obstante, el titular de Sanidad ha pedido prudencia porque la curva de contagios “está en fase de meseta” y vienen “dos amenazas importantes”. Una de ellas es la movilidad, que ya se limitará en las próximas semanas, y otra es la predominancia de la variante británica: el 64% de los casos de COVID-19 que se detectan en Extremadura son de esta variante.

Por ello, la cuarentena de las personas que den positivo deberán estar en cuarentena 14 días en lugar de los 10 días actuales y también se ampliará el rastro de contactos a siete días, en lugar de 48 horas como en estos momentos. Vergeles también ha advertido de que en las poblaciones con una alta incidencia y que, por ese motivo, eleven la tasa de la comunidad autónoma se aplicarán “medidas drásticas”.