El torneo de pádel planteado por Monago en el Anfiteatro romano creó estupor y mucha indignación entre expertos y amantes del mundo clásico. La última autoridad del gobierno del PP en defender la instalación de un macro evento de estas características en el yacimiento fue este jueves la consejera de Cultura, Trinidad Nogales, que llegó a argumentar que la filosofía de la Unesco, compartida por el Gobierno regional, es usar y dar difusión al patrimonio.
Una postura que rechaza de lleno una nueva voz autorizada: el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios Patrimonio de la Humanidad (ICOMOS). Y no se trata de una voz cualquiera, porque ICOMOS es un organismo independiente, de prestigio internacional, que asesora y emite informes para la Unesco.
Víctor Fernández Salinas, secretario general del comité nacional español de ICOMOS, ha transmitido a este diario la preocupación de su asociación por la celebración del partido de pádel en el monumento. Según explica las infraestructuras necesarias para transformar las ruinas del Anfiteatro en un foro adecuado para el torneo “pueden suponer una amenaza física que, además, se incrementaría con el flujo de asistentes a las pruebas”.
Pero va más allá, y advierte que el uso que se le pretende dar al propio Anfiteatro, con un partido de pádel, “banaliza su significado histórico, lo despoja de su interés cultural y patrimonial y lo acerca en cuanto a consideración a cualquier polideportivo o espacio similar”. Y se basa para ello es un importante documento: la declaración de Quebec sobre la preservación del espíritu del lugar, “que es muy clara al respecto”. la declaración de Quebec sobre la preservación del espíritu del lugar, “que es muy clara al respecto”.
Este experto desautoriza los argumentos esgrimidos por la Junta y por la consejera de Cultura, Trinidad Nogales, en cuanto que hay otros monumentos en Croacia, Francia o Italia donde también se practica deporte. Se pregunta Víctor Fernández Salinas si es necesario fijarse en las malas prácticas que se hacen en otros lugares para justificar una gestión del patrimonio. “Desde luego, nosotros apostamos por fijarnos en las buenas prácticas, y no al revés”, destaca el representante de Icomos. A su juicio una afirmación así denota “poco conocimiento del patrimonio y de la cultura”.
“Nada tiene en contra Icomos respecto a las celebraciones deportivas; al contrario, creemos que pueden actuar de aglutinantes sociales y proyectan la imagen de la ciudad en la que se celebran; pero no encontramos aceptable que para ello se utilicen bienes que, como en este caso, tienen el máximo reconocimiento internacional al estar en la Lista del Patrimonio Mundial”, añade.
Así se ha mostrado seguro de que existen en Mérida lugares alternativos que pueden acondicionarse, si no lo están ya, “para albergar este evento deportivo sin merma alguna para su desarrollo y que, además, resultarán sensiblemente menos arriesgados y mucho más económicos al no tener que adaptarse a las frágiles estructuras de un edificio milenario”.
Más voces críticas
No se trata del único experto que ha transmitido a este diario su preocupación por la celebración de un evento así en una de las joyas de la Mérida romana. La Asociación Hispania Nostra piensa que el torneo en el monumento es un 'disparate' que hay que parar por el bien del patrimonio de la humanidad, según destacó a eldiarioex el vicepresidente ejecutivo de esta asociación, Carlos Morenés.
A las críticas también se unió Pedro Mateos, antiguo director del Consorcio y miembro del Instituto de Arqueología de Mérida, que advierte que la estructura del monumento no está suficientemente consolidada.
Más de 190.000 firmas han reclamado a las empresas patrocinadoras del World Padel Tour que no subvencionen el evento de pádel en las piedras romanas, “atentando contra la cultura y el patrimonio de todos los ciudadanos”.
La iniciativa ciudadana, puesta en marcha la semana pasada, reclama en Change.org a Estrella Damm, Volvo, Adeslas y Philips que no respalden un evento así en un monumento protegido y declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.