Fundación Triángulo exige a la Unión Europea los cambios normativos necesarios para evitar la discriminación por orientación sexual en materia de transfusión de sangre en todos los países miembros.
El extremeño José María Núñez, presidente de este colectivo que defiende la igualdad de derechos políticos y sociales para gais, lesbianas, bisexuales y transexuales, se ha pronunciado así tras la decisión del Tribunal de Justicia de la UE, que permite que un estado miembro prohíba a los homosexuales donar sangre.
Para José María Núñez Blanco, “resulta inadmisible” que en pleno siglo XXI se vea cómo el más alto tribunal de la UE “ampara la discriminación y más aun que esta se produzca en Francia”.
En su opinión, ningún criterio científico puede avalar que a un ciudadano se le impida realizar donaciones de sangre por mantener relaciones homosexuales y añade que hace tiempo que la comunidad científica tiene claro que “no existen grupos de riesgo ante las enfermedades de transmisión sexual, sino conductas de riesgo.
El hecho de que la prevalencia de transmisión de VIH sea mayor entre hombres que tienen sexo con hombres no justifica esta prohibición, porque toda la sangre donada se analiza y porque prácticas de riesgo las pueden tener heterosexuales, bisexuales y homosexuales.
A su juicio, no es de recibo que la sanidad pública de cualquier país europeo pueda no garantizar un correcto proceso de donaciones de sangre, por lo que la discriminación ante las donaciones a los homosexuales ni se justifica ni se puede permitir.
Fundación Triángulo considera la sentencia inadmisible y contraria a los derechos humanos, a pesar de que el propio tribunal señale igualmente que esta prohibición puede entrañar discriminación por razón de orientación sexual e inste al órgano judicial francés a comprobar si existen criterios de interés general que justifiquen esa actuación y si son proporcionales.