Jugar con el tiempo
Por la presente, me comprometo a pagar e inaugurar el noveno puente de la ciudad de Badajoz en el año 2060. Es más, si para entonces aún no han construido la autovía Badajoz-Cáceres, la meto en el paquete y también la pago yo. ¿La de Badajoz-Zafra? Venga, vale. No es broma, mi compromiso es tan serio como el de la actual Gobex que, a tres meses de unas elecciones en las que se irán cantando la caña, acaba de programar un plan de infraestructuras educativas por valor de 90 millones… ¡hasta el año 2020! Ese va a ser una año que no nos podemos perder porque también programaron para 2014-2020 la Estrategia para la Especialización Inteligente, que yo no sé qué es pero que parece que la cosa va de especializar a los inteligentes, hacer una especialidad inteligente, especializarnos en inteligencia… Qué arte, cortos hasta para prometer tonterías, porque ¿por qué 90 y no 900 millones? ¿Saben ustedes que tenemos AVE Madrid-Badajoz desde 1998? Pues más de lo mismo.
El calendario, como el papel, lo aguanta todo y si nos queremos poner futuristas nadie podrá decir que hemos fallado hasta pasada esa fecha. Hoy, por ejemplo, podemos afirmar que aquel rollo con el que se paseó Monago por todos los platós en noviembre, asegurando que en enero iba a enseñar sus cuentas, incluidos los tiques en la compra del hiper, fue una mentira más, pero hasta el 31 de enero no lo hemos podido afirmar. No creo que a nadie le interesa conocer la marca de papel higiénico que usa Monago, pero como no podía explicar lo de los vuelos que le endosó al Senado para ir a ver a su novia, salió con aquella tontería. ¿Por qué no puso la frontera en el 2020? ¿Quién va a esperar hasta el 2020 para pedirle explicaciones sobre los nuevos colegios que se han sacado de la manga a cien días de las elecciones?
En marzo de 1989, siendo Antonio Asunción director general de Instituciones Penitenciarias, los maestros de prisiones le solicitamos una entrevista para exponerle nuestras dificultades, ya que en algunos centros teníamos muchos impedimentos reglamentarios para desarrollar nuestra función docente. Antonio Asunción, que después fue el ministro del Interior al que se le escapó Roldán, tardó seis meses en responder a nuestro requerimiento, pero lo hizo con mucha gracia, porque nos adelantaba que “iba a ser un encuentro muy productivo del que saldrían acuerdos que conformarían a todas las partes implicadas”. Hasta ahí bien, pero nos citaba para el 27 de agosto de 1993, a las seis y media de la tarde, eso sí, rogándonos que fuéramos puntuales. Le respondimos que ese día y a esa precisa hora no podríamos asistir porque queríamos estar presentes en el funeral del director general de Instituciones Penitenciarias. Por lo que después supimos, se cabreó.
En Extremadura tuvimos un consejero de Agricultura que se comprometió a crear doscientas mil nuevas hectáreas de regadío para 2005 y otro aseguró que con su plan, en Extremadura todos los jóvenes mayores de 25 años dispondrían de una vivienda digna antes de 2015, pero como desapareció cuatro años después… ¿Hemos olvidado el Pleno Empleo que iba a garantizar uno de los planes de Ibarra antes de 2000? ¿Y el tercer idioma o la cama hospitalaria por habitación en dos legislaturas? No me bajo de mis compromisos y dejo aquí otro, para que conste: En el 2060, yo mismo, piqueta en ristre, acabaré con los excesos del Cubo de Biblioteconomía y me encargaré de la demolición de Valdecañas. En las primeras elecciones municipales, un candidato de La Haba, preguntó en un mitin al vecindario: “¿Qué queréis, que queréis?” Uno se arrancó con retranca: “El mar, queremos que nos traigas el mar”. “Eso está hecho antes de diez años”, le respondió el candidato. Pues, más de lo mismo, Monago, que ya ha empezado a correr, se compromete a inaugurar un montón de colegios en 2020. Para entonces, ¿dónde estará el pollo pistacho?.