Parecía una historia con final feliz, pero el protagonista de la misma vuelve a la protesta en la calle al sentirse engañado. “Me han mareado como a una pelota de pimpón”, asegura.
Habla Pedro Luengo, extrabajador del Ayuntamiento de Badajoz, quien estuvo cinco días en huelga de hambre y tres semanas acampado en la puerta del Consistorio para acabar con su situación de desempleo.
Tanto la concejala de Recursos Humanos, Beatriz Villalba, como el alcalde, Francisco Javier Fragoso, le aseguraron que le darían una solución si abandonaba su protesta. Así lo hizo, pero ahora Luengo se siente engañado porque, tres semanas después “y después de pasarse el problema de unos a otros”, continúa sin trabajo.
Por ello, vuelve a la carga y ha convocado para este viernes una cacerolada frente al Ayuntamiento a las 12.00 horas para exigir una solución. “El médico me ha dicho que no haga huelga de hambre por las altas temperaturas, pero voy a seguir peleando”, asegura este pacense de 31 años, con una niña de 6 y una mujer a punto de dar a luz.
Luengo entró en el Ayuntamiento en 2006 con un contrato de personal laboral como conductor de camión. En 2008 aprobó las oposiciones para esta especialidad, pero se quedó sin plaza. No obstante, en lugar de pasar a ser interino, como él esperaba y como es habitual, le hicieron en 2012 un contrato laboral temporal de relevo -como si hubiera sido rescatado del Sexpe y no hubiera hecho la oposición- por un funcionario que se jubilaba de manera parcial.
Estaba previsto que ese empleo durara cuatro años, pero el funcionario se jubiló antes de tiempo. El contrato de Luengo decía que lo tenían que despedir un día antes de esta jubilación, pero eso no ocurrió. Siguió trabajando y supuso que estaban arreglando su contrato de interinidad, como sucedía normalmente, pero la realidad es que estuvo 15 días trabajando sin contrato y luego lo despidieron.
Fue a los juzgados, logró que lo indemnizaran, pero él lo que quiere es recuperar su puesto en el Ayuntamiento.
Por eso inició la protesta, la cual culminó con una concentración de decenas de personas en la puertas del Consistorio y una moción presentada al pleno por los tres grupos de la oposición (PSOE, Podemos y Ciudadanos).
Tras la celebración de ese pleno tanto el alcalde como la concejala de Recursos Humanos bajaron a hablar con Luengo y acordaron que le buscarían una solución.
Este diario ha intentando conocer la versión del Ayuntamiento, pero no ha obtenido respuesta por parte del mismo.
La respuesta municipal al problema de este extrabajador sigue sin llegar.