Las comunicaciones con el ejecutivo de Rajoy en materia de garantía juvenil han sido “inexistentes”. Motivo por el que ahora valoran el 'giro' que ha tomado el sistema de garantía juvenil, después de que el Ministerio de Empleo y Seguridad Social hayan acordado con las comunidades que los jóvenes parados se inscribirán automáticamente en el sistema de garantía juvenil.
Así lo pone de manifiesto Miguel Coque, de CCOO Extremadura, que apunta que la garantía juvenil ha sido un fracaso. Anima a mirar las cifras, que muestran que la mitad de los jóvenes extremeños literalmente está en paro.
Mientras que en el periodo de 2011-2015, hasta 10.635 jóvenes desaparecieron de Extremadura. Es decir, se fueron. Jóvenes con posibilidades de capital tecnológico y humano, la gente más formada, que terminó por abandonar la región por falta de oportunidades según pone encima de la mesa.
Escuelas taller
La realidad que denuncia esta organización es que se han destinado ingentes cantidades de dinero a las escuelas taller de los Aprendicext, cuando la garantía juvenil se tiene que fundamentar en una orientación personalizada.
Ahora las comunidades autónomas asumen “con buen criterio” que los jóvenes registrados en las oficinas de empleo de cada comunidad pasen a formar parte de manera automática de este registro. Una medida con la que en Extremadura de manera inmediata se pasará de los 14.000 inscritos que hay ahora a los 30.000.
Se trata a juicio de CCOO de una medida positiva, para la que habrá que redoblar esfuerzos financieros. Advierte también el sindicato que el gobierno central “tendrá que lucirse, porque es el que ha generado el problema”.
“Porque con 16 millones no llegamos a nada, y más con una tasa de desempleo por encima de la media española”. “Necesitamos más recursos, porque los jóvenes estaban mareados y no sabían dónde acudir, y porque la migración de los jóvenes ha seguido siendo una realidad”.
Cifras reales
Por parte de UGT Extremadura, María José Ladera valora el incremento de jóvenes inscritos a la garantía juvenil y reclama que haya una respuesta real para los jóvenes, con cifras reales.
Lo dice así porque los años anteriores “ha sido un fracaso absoluto, y no existen datos reales de cuál ha sido el resultado de la garantía juvenil”. Lamenta que no ha habido un sistema de control del plan y la información que se ha dado a los jóvenes ha sido insuficiente.
Coincide con CCOO en que es necesario que la región cuente con más inversión para que el programa funcione. También valora que ahora exista una interlocución social y un plan de garantía juvenil con los agentes sociales y las comunidades, cosa que “no ocurrió con anterioridad”.
CCOO Extremadura critica que hasta ahora el sistema de inscripción en la garantía juvenil ha seguido criterios selectivos, de modo que solo se atendía a las personas que se inscribían en la aplicación informática. Critica que al final, cada comunidad “lo ha hecho como ha querido, no ha habido planificación ni evaluaciones”.
De modo que entiende que el Ejecutivo central, responsable de la garantía juvenil en España, “no ha hecho los deberes, no ha invertido bien y se encuentra en un callejón sin salida”.
Hasta ahora había habido a su juicio falta de interlocución y de diálogo social, de la mano de una aplicación informática con la que cree que se evitaba hacer una selección más amplia de los chavales. “Ahora, a un año vista, no pueden justificar los fondos recibidos, porque lo han hecho mal, y ahora es cuando se insta a las comunidades autónomas a que asuman lo que ya deberían de haber hecho”.
De cara al próximo año, CCO mira al plan de empleo joven de Extremadura, que el Ejecutivo extremeño planifica con los agentes sociales, y que contará con una inversión de en torno a 16 millones de euros según adelanta este sindicato.
Los efectos, denuncia Miguel Coque, que la garantía juvenil ha llegado a un tercio de los jóvenes, “siendo un fracaso rotundo, porque hay otras dos terceras partes de personas que no saben dónde acudir”.
Defiende que debe haber un replanteamiento y un diálogo social con los sindicatos y la patronal por parte del Gobierno. Es necesario preguntarse por qué hay tan poca gente en el sistema de garantía juvenil, y apunta a hasta ahora era un sistema que ponía ‘infinidad de trabas’. Por ejemplo, si había trabajado una semana el joven ya no podía entrar.
Por otro lado apunta a una gestión “totalitaria” por parte del PP, “si se tiene en cuenta que el dinero se lo han gastado en prorrogar programas que ya estaban en cartera, sin que existiera una formación selectiva”. Pide itinerarios concretos para la juventud, con evaluaciones, que permitan una transición entre el mundo formativo y laboral.