Cientos de antidisturbios y policías locales escoltando un barco por la calle, de noche y con el vecindario en contra. Parece surreal, pero no lo es. El navío Bernardo Alfageme se encuentra ya en la rotonda de Coia después de dos meses de resistencia ciudadana y tras ser acompañado por fuerzas de seguridad desde la Autoridad Portuaria hasta el barrio vigués.
De nada sirvieron las protestas –otra vez– que desde las 20.30 horas mantenían a un grupo de vecinos concentrado en un último intento por evitar la colocación de un barco que es todo un símbolo, tal y como recuerda la Asamblea de Coia, del tipo de política llevada a cabo por Abel Caballero en Vigo. “¡El dinero en la rotonda y las familias sin comer!”, le volvieron a chillar también a los policías que dejaron en nada la resistencia pasiva del barrio.
Mientras los antidisturbios escoltaban el barco, varias patrullas municipales acordonaban la zona y furgones policiales esperaban en las calles aledañas. El traslado se hizo con nocturnidad, casi a la 1.30 de la madrugada y tres horas más tarde de lo que se esperaba. Los vecinos fueron rodeados con un cordón policial y retenidos mientras el buque navegaba por las calles de Vigo, en una escena tan peculiar como extraña, durante un trayecto de más de cuatro kilómetros entre fuerzas de seguridad y reproches ciudadanos.
Hubo intentos del vecindario, que llegó a unirse en una cadena para evitar el paso del barco aprovechando que este había chocado con el túnel en la entrada a la avenida Castelao, tal y como relata Vigodixital, pero la policía se encargó de liberar el camino y nueve personas fueron lesionadas por las cargas de los agentes, según informó la Asamblea de Coia. Mientras, otro grupo era retenido junto a la rotonda para evitar que se acercara más a ella.
Sea como fuere, el barco está desde esta madrugada en la rotonda, donde se llevan a cabo los últimos trabajos de cara a la inauguración oficial, que se celebrará en los próximos días. Mientras, los vecinos de Coia decidirán en asamblea qué acciones tomar a partir de ahora. Por el momento, acaban de convocar una concentración a las 18 horas, de nuevo en la rotonda donde acaba de ser colocado el Alfageme. “Ni en barcos, ni en policía; el dinero para las personas”, censura el colectivo vecinal.
La polémica del barco viene de lejos.La ciudadanía critica el elevado coste de la obra (de al menos 100.000 euros, como reconoce el gobierno local), que se sumaría a otros gastos generados por este barco, que desde que fue adquirido por el Ayuntamiento acumula un derroche de dinero público de casi un millón de euros. Recuerdan que en todo el ayuntamiento hay 32.000 personas desempleadas. Proponen también localizaciones alternativas para la instalación de este barco, como por ejemplo el Museo del Mar de Galicia, situado en la ciudad, una propuesta que fue aprobada por la mayoría del pleno municipal, o también en la finca Zulueta, próxima al museo. Pero el alcalde Caballero y el grupo socialista, a pesar de la oposición de PP y BNG, siguió adelante con un proyecto cuyas protestas han provocado ya varios detenidos, algunos de ellos con importantes acusaciones y pendientes de sentencia judicial, y una importante movilización de la ciudadanía. El pleno municipal –con los votos de populares y nacionalistas– votó en contra de las obras el pasado 22 de diciembre, tal y como había hecho dos meses antes.
Desde que comenzaron las protestas, tres personas han sido detenidas y 25 más denunciadas ante la Fiscalía y la Subdelegación del Gobierno, según el gobierno local. Precisamente, la actuación de la policía local y el elevado despliegue de agentes durante las protestas llevó a BNG, IU, Anova y 60 organizaciones más a unirse en un manifiesto de apoyo a la lucha de los vecinos y contra la “política represiva” llevada a cabo por el Ayuntamiento de Vigo.
Imagen de la plataforma fotográfica social GZ FotoGZ Foto
Reportaje de GZ Vídeos sobre el traslado del barco y las protestas vecinales