El Consello Galego de Universidades dio el pasado lunes su visto bueno a la adscripción del Centro de Estudios Universitarios Superiores de Galicia (Cesuga) al centro privado y católico San Jorge de Aragón, a pesar del rechazo frontal y unánime de los rectores de las tres universidades gallegas.
Se aprobó así –por 8 votos a favor, 7 en contra y una abstención– que el Cesuga pase de estar vinculado a la irlandesa University College Dublin a estarlo a la Universidad San Jorge, un centro privado, promovido por la archidiócesis de Zaragoza y la Fundación San Valero, fundamentada, según aclara en sus documentos, “en el humanismo y en los valores cristianos”. El visto bueno del Consejo Gallego de Universidades supone el primer paso para que una institución privada comience a impartir titulaciones en Galicia.
La intención es que a partir del curso 2014-15 y una vez presente toda la documentación, la Universidad San Jorge imparta en el centro coruñés los grados de Publicidad y Relaciones Públicas y de Traducción y Comunicación Intercultural, además de los de Arquitectura y de Administración y Dirección de Empresas, que ya oferta el Cesuga.
El informe aprobado por el Consejo Gallego de Universidades no es vinculante, ya que ahora dependerá del Consello da Xunta que se autorice la adscripción y el inicio de la actividad docente por parte del Cesuga, que deberá presentar las titulaciones que quiere ofertar y que deben ser aprobadas por la Administración después de que cada una de las titulaciones sea evaluada por la agencia de calidad universitaria. No parece que se vaya a paralizar la intención de la Universidad San Jorge, a pesar de que los tres rectores ya advierten de que los planes del centro privado irían contra las intenciones del propio Gobierno gallego de racionalizar el mapa de grados y evitar la duplicidad de títulos.
Porque los rectores ven una contradicción en una decisión que iría en el sentido contrario a la eficiencia mostrada por las tres universidades. Mientras a unos se les pide eliminar los títulos que no sean eficientes, otros ofertan grados que ya se imparten en Galicia. Además, temen que no se le exija tanto la este centro privado como al Sistema Universitario de Galicia y que las reglas de juego sean distintas, algo que niega la Xunta.
Del mismo modo, los rectores de la UdC, de la USC y de la UVigo recordaron que llevan tiempo reclamando al Gobierno central que regule este tipo de centros adscritos, ya que la ausencia de una normativa clara impide que se garantice que sigan las reglas vigentes para las universidades públicas. Hace veinte años, cuando la Xunta aprobó la implantación del Cesuga como centro dependiente de la University College de Dublín, muchos lo justificaron en el hecho de servir de complemento a la oferta universitaria al tener buena parte de su docencia en inglés, algo que no tiene tanto sentido ahora.