El hasta hace un par de meses presidente de la Diputación de Ourense, Manuel Baltar, ha ampliado en los últimos años su parque móvil particular con un nuevo vehículo. En total, es propietario de tres coches, de acuerdo con la declaración de bienes que ha presentado ante el Senado, la cámara a la que ha llegado este verano, elegido dentro de la cuota de designación autonómica. Además, ha ido amortizando los préstamos que tiene pendientes. Los ha reducido en unos 100.000 euros, si se compara el documento recién registrado con una declaración publicada en el sitio web del ente provincial que estaba disponible a finales de junio, aunque en la actualidad ya no se puede consultar.
En su hoja de bienes Baltar indica que en 2022 cobró 47.448,6 euros como presidente de la Diputación y que pagó de IRPF 10.609,28 euros. Hace constar las mismas tres viviendas que ya figuraban en su declaración de 2019: una con plaza de garaje incluida en Ourense, de la que posee el 100% y que recibió en herencia; una vivienda unifamiliar que se construyó en su localidad natal, Esgos, y de la que es el único propietario; y otra en la que tiene la mitad y que se encuentra en A Pobra de Trives. También indica que posee otra plaza de garaje en Ourense heredada y seis fincas rústicas en Esgos que recibió del mismo modo.
Su parque móvil lo componen tres coches. Tiene desde 2009 un Volkswagen Beetle, al que se sumaron un Volkswagen Multivan en 2017 y un Chrysler PT Cruiser en 2022. La declaración a la que está obligado como senador incluye también los préstamos que tiene pendientes: 175.424 euros de un préstamo concedido en 2012 por un total de 250.000 euros y 18.946 de otro de 2019 por 90.000. Sumadas ambas cifras, tiene pendiente de devolver, en ambos casos a Abanca, 194.370 euros. En 2019 su deuda era de 317.653 euros: le quedaban 210.492 euros por pagar de la hipoteca, 17.161 euros de otro préstamo y no había amortizado todavía nada del de 90.000 euros. En su cuenta corriente, dice, el saldo es del 8.000 euros.
Baltar esquivó durante años hacer públicos sus bienes y actividades. Pese a que las normas de la Diputación los obligaban, ni él ni su padre, presidente antes que él del ente provincial, cumplían con la legislación. Hasta que en 2013 se decidió a presentar en solitario su declaración. Ningún otro integrante del grupo del PP, que él dirigía ya, lo había hecho.
Diez años después, el clan Baltar no gobierna ya en la Diputación. Pendiente del juicio por conducir a 215 kilómetros por hora en la autovía A-52 y con unos resultados electorales en las pasadas municipales que dejaron al PP de nuevo en manos del partido populista de Gonzalo Pérez Jácome para retener el ente provincial, Manuel Baltar anunció que no iba a aspirar a ocupar la presidencia de la Diputación otro mandato. En su lugar ha sido elegido Luis Menor, alcalde de O Pereiro de Aguiar y político del entorno del presidente de la Xunta y el PP gallego, Alfonso Rueda. Ni un mes después, el partido anunciaba que el nuevo destino de Baltar estaba en Madrid, en la Cámara Alta.