La décimo octava Asemblea Nacional del BNG volvió a depositar su confianza en Ana Pontón. Aunque esta vez hubo dos listas que disputaron con la suya los asientos en el Consello Nacional -máximo órgano entre asambleas- y en la Executiva, el resultado ha sido claro: los nacionalistas vuelven a encomendarse a Pontón, que repite como portavoz nacional. El 84,14% de los militantes presentes en el cónclave votaron por su propuesta. Dieciséis de los 19 miembros de la dirección ordinaria pertenecen a la misma. El informe de gestión del Consello lo aprobó el 92,37% de la militancia, y las tesis políticas y de organización, el 96,77%. “Tenemos tres años por delante para conseguir el gran objetivo de que haya un cambio político” en Galicia, proclamó este lunes tras la primera reunión de la nueva Executiva.
Ana Pontón lideraba una candidatura en la que la alcaldesa de Santiago de Compostela, Goretti Sanmartín, era la número dos. Las acompañaban buena parte del grupo parlamentario en la Cámara autonómica -el más numeroso de la historia del nacionalismo gallego, 25 diputados- o el representante del Bloque en el Congreso, Néstor Rego. La mayoría, incluida la propia Pontón, forman parte de la UPG, una de las dos organizaciones que, en la actualidad, integran el BNG, que se define como un frente de partidos. Y aun así, esta emitió un comunicado previo a la asamblea en el que alertaba contra “cualquier tentación presidencialista”. Coincidía con el Movemento Arredista, el otro partido del BNG, cuya lista encabezaba la parlamentaria Noa Presas y que obtuvo el 12,35% de apoyos y dos sillas en la Executiva. La otra fue para la tercera lista, encabezada por Gustavo Barcia, concejal de la oposición en Mos (Pontevedra).
Pontón, en todo caso, entendió como refrendada su estrategia, la que ha conducido al BNG de los seis escaños de 2016, cuando asumió el liderazgo y salvó una caída brutal augurada por la demoscopia, a los 25 de este febrero, 471.000 votos, el 31% de los emitidos. Un discurso de ambición transversal y maneras amables pero firmes, en el que los temas sociales -el precio de la vivienda, la carestía de la energía, medio ambiente- ocupan lugar central, es, a decir de analistas y observadores, uno de los motores del éxito de la izquierda nacionalista. Este lunes insistió: “Seguiremos dando pasos hacia adelante, con la mano tendida para ensanchar el BNG dirigiéndonos a sectores amplios de nuestra sociedad, a los trabajadores y trabajadoras, a las personas autónomas, a las PYMES, a los profesionales liberales”.
Lo había recordado el día anterior, domingo, cuando pronunció el discurso de cierre de la asamblea y replicó, de forma implícita, a algunas críticas emitidas en el comunicado de la UPG o por el Movemento Arredista. “Aquí y ahora lo más revolucionario que podemos hacer por el país es gobernar”, dijo, “es una responsabilidad histórica que no podemos dejar pasar”. Si finalmente la portavoz nacional del BNG es también la candidata a las elecciones al Parlamento de Galicia -en 2028 si no media adelanto-, lo será por cuarta vez consecutiva. Hasta ahora siempre en sentido ascendente.