La Audiencia Provincial de Pontevedra le dio el jueves de la semana pasada a Segundo C.V., un sacerdote condenado a 32 años de prisión por abusar sexualmente de varios menores, un plazo de tres días para ingresar en la cárcel. El religioso no se ha presentado, por lo que ahora está en busca y captura.
El condenado, que era sacerdote y encargado de actividades extraescolares en el colegio de los Salesianos en Vigo, había alargado el proceso todo lo posible con recursos, pero la sentencia era ya firme. Al no presentarse voluntariamente, la sección cuarta de la Audiencia de Pontevedra ha dictado la orden para localizarlo y capturarlo, informa Europa Press, que cita fuentes judiciales para explicar que los numerosos recursos presentados por el cura “provocaron que se retrasase el inicio de la ejecución de la sentencia” del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG). El alto tribunal ratificó en mayo de 202 la condena previa del tribunal provincial, dictada en 2021.
La estrategia del sacerdote hizo que la Audiencia de Pontevedra tuviese que mantener en suspenso la ejecución de la pena hasta noviembre de 2022. Entonces empezaron los trámites para darle cumplimiento, pero estos también pueden recurrirse y debe informarse a todas las partes de cada paso. El procedimiento se alargó hasta el pasado jueves, que fue cuando la Justicia fijó el plazo “inaplazable” de tres días para que el condenado ingresase en prisión.
En los últimos meses, Segundo C.V. trató de alargar los tiempos con varios recursos: en julio presentó un recurso de reposición en el que alegaba que no se le había notificado la sentencia personalmente (algo no requerido). Ese mismo mes pidió la suspensión de la pena de prisión mientras no se resolvía ese recurso de reposición, que fue desestimado por el TSXG el 20 de julio, ese mismo mes. Ocho días más tarde pidió una revisión sobre la desestimación del recurso de reposición. En septiembre el TSXG emitió un auto en el que la desestimaba. A continuación, el condenado solicitó la nulidad de las actuaciones porque entendía que los plazos no debían comenzar a contar desde que se emitió la sentencia, sino desde que se resolvieron recursos. Finalmente el 18 de octubre el TSXG emitió un auto que rechazaba tal nulidad y declaraba firme la sentencia.
Segundo C.V. fue condenado a 32 años y medio de cárcel y a 36 años de libertad vigilada por haber abusado sexualmente de seis menores, alumnos del colegio religioso en el que trabajaba. Además, estableció la prohibición de acercarse y comunicarse con sus víctimas y también fue inhabilitado durante 31 años para el ejercicio de cargo, profesión u oficio que requiera contacto con menores.
La Audiencia consideró probado que, durante un campamento en la localidad de Cambados, en una peregrinación a Santiago de Compostela y en la sede de una asociación juvenil vinculada al colegio, el acusado realizó tocamientos en los genitales a varios menores, aprovechando su condición de superioridad, al ser profesor de los jóvenes y monitor en sus actividades extraescolares. La Audiencia señala que fueron seis los chicos afectados, y que sobre ellos Segundo C.V. cometió siete delitos de abusos sexuales, tres de ellos continuados. En todos los casos, ha señalado el tribunal, se dio la circunstancia agravante de abuso de superioridad.