El carballo -roble, en gallego- del bosque del Banquete de Conxo, en Santiago de Compostela, ha ganado la primera ronda de la carrera en la que compiten candidatos de varios países para convertirse en el árbol europeo del año. El ejemplar compostelano, de 250 años, ha logrado, por el momento, ser el árbol español de 2022, lo que le abre la puerta a la fase europea.
En el concurso, los árboles candidatos reciben votos del público en general. En el caso del carballo, ha contado con la implicación del Ayuntamiento de Santiago y de su alcalde, Xosé Sánchez Bugallo, que ha ido anunciando la evolución de las votaciones, avisando de que el competidor más cercano estaba recortando distancias y animando a dar el apoyo al roble. La iniciativa parte de la Environmental Partnership Association, con sede en Bruselas y que declara como objetivo la protección del medio ambiente. Colaboran el Ministerio para la Transición Ecológica, la Fundación Feu Vert y FSC España, cuyo sello promueve la gestión forestal responsable de los bosques.
Finalizado el plazo para votar, el carballo se ha impuesto con un total de 22.974 votos. Justo por detrás ha quedado la sabina de Blancas, situada en la comarca de Jiloca (Teruel), que ha recibido 21.523 apoyos. El roble tiene 30 metros de altura y casi 4 metros de perímetro de tronco. Se encuentra en un lugar con mucho simbolismo: el bosque del Banquete de Conxo. Esa comida la organizaron en 1856 un grupo de estudiantes, integrantes entonces de la clase alta, que invitaron y sirvieron a obreros como un gesto en favor de la igualdad y la fraternidad.
En ese bosque llegó a haber más de un millar de árboles de este tipo, de los que en la actualidad sobreviven menos de medio centenar debido especialmente a los daños provocados por los incendios forestales que derivaron en un proceso de sustitución por otras especies foráneas, sobre todo eucaliptos. A este carballo en concreto se le conoce como 'o Avó' -el abuelo-.
En esta séptima edición del concurso árbol del año en España han participado 11 ejemplares. Este año se ha batido el récord de participación, ya que entre todos los candidatos se han obtenido un total de 60.683 votos, cerca de 30.000 votos más que la edición anterior. A lo largo del año 2022 se llevarán a cabo diferentes acciones y actividades con el árbol ganador, una de las cuales será la presentación y apoyo como candidato al árbol europeo 2022, cuya celebración tendrá lugar en febrero de 2022.
En esta edición, frente el reto climático y ambiental se ha querido resaltar la importancia que tienen los árboles singulares como sumideros de CO2 y como “islas de biodiversidad” dentro de los bosques y de los entornos urbanos.
“Como así lo muestran los últimos estudios realizados, los árboles singulares funcionan como auténticos pulmones y fábricas de CO2, aunque su crecimiento pueda ser menor la gran cantidad de biomasa que presenta multiplica por 100 el crecimiento de un árbol joven”, asegura la presidenta de Bosques sin Fronteras y de FSC España, asegura Susana Domínguez Lerena.
Por su parte, el director general de Biodiversidad, Bosques y Desertificación del Ministerio, Jorge Luis Marquínez, explica que “un viejo árbol no es solamente un elemento natural valioso o biotopo rico en biodiversidad. Los árboles singulares atesoran una historia y son testigos muy destacados de nuestro patrimonio natural y social”.