La candidatura de Alberto Núñez Feijóo a la presidencia del Gobierno del Estado ha impulsado al PP gallego hasta el 43,5% de los votos y 13 de los 23 escaños en juego en Galicia. La derecha, ahora encabezada por el sucesor de Feijóo en la presidencia de la Xunta y del partido, Alfonso Rueda, se sobrepone así a los pésimos resultados de hace cuatro años, cuando en abril lo superó el Partido Socialista y en noviembre prácticamente empataron. La suma de sufragios de la izquierda es, sin embargo, superior a la de PP y VOX: 807.495, un 50,26%, frente a 776.527, un 48,33%. Falta, a lo sumo, un año para que Rueda convoque comicios autonómicos.
Los populares gallegos han pasado de 10 a 13 escaños, han subido 11 puntos porcentuales y 225.000 votos, hasta los 699.153. El PSdeG ha logrado 14.000 votos más que en 2019, 479.355 y buenos resultados en las áreas urbanas de A Coruña y Vigo, pero ha perdido tres de sus diez representantes. Sumar mantiene los dos que habían sido elegidos por Unidas Podemos en 2019 y retrocede ligeramente en voto (de 188.231 a 175.813). El BNG sube casi 30.000 apoyos pero no consigue aumentar su número de escaños y Néstor Rego repetirá como único diputado nacionalista gallego en Madrid.
El escenario electoral gallego vuelve a moverse cuando Alfonso Rueda encara el tramo final de su mandato. Asumió la presidencia del Gobierno gallego en marzo de 2022, después de que Feijóo se aliase con Díaz Ayuso para defenestrar a Pablo Casado de la cúpula del PP estatal. Las próximas elecciones, como muy tarde en julio del año que viene -aunque las especulaciones sobre su adelanto son intensas-, serán su primera prueba directa en las urnas.
En las municipales de mayo, el PP gallego tropezó en su asalto al poder urbano, aunque ganó la alcaldía de Ferrol, mantuvo la Deputación de Ourense tras incumplir sus promesas electorales sobre pactos y se hizo, contra pronóstico con la de Pontevedra. Los resultados de este domingo, apoyados en el tirón que Feijóo conserva en la comunidad, son mucho más favorables a Rueda. Y la extrema derecha de Vox ha vuelto a quedarse sin representación por las circunscripciones gallegas.