“Han fracasado todas las herramientas para evitar las últimas consecuencias de la violencia machista”. La alcaldesa de Vilalba, Elba Veleiro, expresaba de este modo este lunes el sentimiento que impregna la capital de la comarca lucense de A Terra Chá desde que el pasado domingo trascendió que una vecina de la localidad, María del Carmen Vázquez, había sido asesinada por su exmarido
Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Galicia confirmaron el propio domingo que el presunto asesino tenía prohibido acercarse a menos de 300 metros y comunicarse con su expareja. Esas medidas habían sido decretadas tras la interposición de una denuncia por violencia machista.
La Delegación del Gobierno central para la Violencia de Género ratificaba este lunes que el asesinato de Mari Carmen ha sido un caso de violencia machista. “Lamentablemente, ha llegado el día en el que ponemos cara a uno de esos fríos números, ya que una de esas mujeres es nuestra vecina, nuestra compañera, nuestra amiga”, evidenció el manifiesto leído a mediodía en Vilalba por la concejala de Igualdad del municipio, Vanesa Siso. La “frialdad de los números”, resalta, no refleja la verdadera dimensión “de uno de los problemas estructurales más graves de nuestra sociedad, la violencia machista”.
La movilización contra la violencia machista de este lunes en Vilalba, secundada por decenas de personas, se ha repetido en múltiples puntos de Galicia. Las concentraciones institucionales en repulsa por el asesinato se han desarrollado ante las casas consistoriales de los principales ayuntamientos, sedes de la Xunta y en el Parlamento, entre otras instituciones.
Este lunes comienzan también a desarrollarse las manifestaciones de repulsa convocadas desde los movimientos feministas, que concentran la mayor parte de sus movilizaciones en la jornada del martes. Ya han sido convocadas casi una treintena de manifestaciones y concentraciones.
Desde estos colectivos, como desde el Ayuntamiento vilalbés, se pone también el foco en los defectos de la protección a víctimas de la violencia machista incluso tras haber sido decretadas medidas como la orden de alejamiento que pesaba sobre el presunto asesino de María del Carmen Vázquez. En este sentido, la asociación lucense Si, hai saída “alerta” sobre “la más que alarmante evidencia de que algo no está funcionando de manera correcta” en este tipo de medidas.
“Si algo constatamos en nuestra asociación son los numerosos quebrantamientos de las órdenes de alejamiento”, lo cual “expone a las víctimas de la violencia de género” a “un peligro aún mayor” tras el “enorme esfuerzo” de optar por la denuncia. “Un solo minuto que se baje la guardia es suficiente para que sea cometido un asesinato machista”, advierten.