El Colegio Profesional de Xornalistas de Galicia maneja desde hace años varios documentos con recomendaciones para informar sobre los casos de violencia de género. El Código Deontológico Gallego, la Guía práctica para el tratamiento informativo de la violencia contra la mujer o la fundacional Declaración de Compostela son guías que la entidad profesional se ha visto obligada a recordar en múltiples ocasiones durante los últimos años y que acaba de poner sobre la mesa ante el tratamiento general del asesinato de Diana Quer, el cual no debe en ningún caso “sumar dolor” a su familia.
La Junta de Gobierno del CPXG “recuerda” que “la violencia de género no sólo se manifiesta en los maltratos dentro del ámbito doméstico”, sino que lo hace “en todos los tipos de violencia dirigidos hacia las mujeres por el simple hecho” de serlo. Así, subrayan, y “sin perjuicio” de las conclusiones a las que lleguen las pesquisas policiales y judiciales, “es necesario que los medios traten el caso como un nuevo episodio de violencia machista”. O, lo que es lo mismo, como “una violación de los derechos humanos y un atentado contra la libertad y dignidad de las personas”, enmarcándolo en un “contexto ideológico y social” concreto y en el “combate” del “ supremacismo patriarcal, por lo que el rol femenino ha estado y está supeditado al masculino”.
El Colegio cre necesario “hacer un llamamiento” a que “se sigan en todas las informaciones” las recomendaciones de dichos documentos, así como las aportaciones del Foro sobre Comunicación y Género y las conclusiones de la jornada El papel de los medios en la información de género. Estos documentos forman parte de una “apelación a la ética y a la responsabilidad del conjunto de la profesión periodística gallega” para “que no sume más dolor al dolor” de la familia de Diana Quer y “para que podamos luchar desde los medios de comunicación contra la lacra social de la violencia de género, combatiendo sus causas e incentivando la toma de conciencia social”.
En este sentido, el CPXG insta a cuidar el “tratamiento en el cuerpo de las informaciones”, pero sin perder de vista “los comentarios presentes en numerosos medios digitales”, que si bien “no son responsabilidad directa” de la redacción de cada cabecera, desde ellas sí “es necesario introducir mecanismos de filtración y control que impidan la publicación de opiniones” que acaben por “justificar” las agresiones de género. “Una información no puede tratar de una manera ética y responsable esta lacra si comparte espacio con comentarios de este tipo”.
Al tiempo, en el Colegio “preocupa” también la difusión de informaciones en las que prolifera el “material de las redes sociales” o de otros datos que “pueden llevar a la identificación” de dos menores de edad, “una de ellas familia de la víctima y otra, del presunto homicida”. “La privacidad y la propia imagen deben ser respetadas en todos los casos, pero más aún cuando se trata de menores, que necesitan de especial protección”. Al tratarse de “personas no implicadas directamente en los hechos noticiosos, es preferible no informar en absoluto de ellas” o, de hacerlo, seguir las recomendaciones profesionales al respecto.
Este llamamiento público del Colegio Profesional de Periodistas llega apenas veinticuatro horas después de otra apelación en el mismo sentido por parte de los responsables de la investigación del caso. En la comparecencia pública para informar sobre la investigación, los Guardias Civiles que la encabezaron reclamaron autocrítica a los medios de comunicación, denunciaron “graves filtraciones” que pusieron en riesgo las pesquisas y advirtieron de que “hay titulares” sobre este asesinato que “pueden suponer daño de por vida” a la familia de Diana Quer.