Otro duro informe europeo contra la política lingüística de la Xunta. El Comité de Ministros del Consejo de Europa acaba de aprobar las recomendaciones para España con motivo del tercer ciclo de seguimiento del cumplimiento de la Carta Europea de las Lenguas Regionales o Minoritarias, en las que analiza la situación de los idiomas cooficiales en el Estado. No deja en muy buen lugar al Gobierno de Feijóo que, tal y como se preveía, se encontrará de nuevo con fuertes críticas a su tratamiento a la lengua propia en el comienzo de su mandato. Así, mientras el documento califica de “ejemplar” la protección y promoción del catalán y del vasco por parte de las administraciones, en el caso del gallego, el comité expresa su preocupación “por la reducción progresiva de la enseñanza en gallego en todos los niveles y de su estructura de apoyo”
El informe destaca la escasa protección del gallego en numerosos ámbitos y al criticar la situación en la que el criticado decreto del plurilingüismo deja a la lengua propia del país en la enseñanza. Así, el informe del Comité de Ministros del Consejo de Europa “invita a las autoridades a que tome medidas de modo que la introducción forzosa del modelo trilingüe en la educación no afecte a la educación en la lengua propia”, ya que asegura que después de consultar con expertos y evaluar su aplicación en Galicia, se comprobó que “la enseñanza al 50% en gallego no se cumple en la práctica”.
Así, el Comité de Expertos dice estar “preocupado” por la reducción “de la educación en gallego” en las escuelas, así como “el apoyo” que recibe la lengua propia. Además, recuerda a las autoridades que a pesar de que la legislación vigente no implica una educación plena en gallego, si es necesario “que haya un número suficiente de escuelas que ofrezca educación completamente o esencialmente en gallego”, ya que ese es un derecho “de los padres que así lo deseen” y porque se tiene que “garantizar” que se cumplan las elecciones de las familias, algo que no ocurre en ningún caso, especialmente en Educación Infantil, donde a pesar de que, por ejemplo, el 40% de las familias urbanas escogió la lengua gallega como la principal para la enseñanza de sus hijos, ni tan siquiera un 10% de las escuelas ofrecen esa opción. De hecho, el Consejo de Europa “insta” a las autoridades para que “hagan posible” esa educación en gallego en Primaria y Secundaria.
Pero el Comité de Expertos también centra sus críticas en la falta de información por parte de la Xunta de Galicia para comprobar si en realidad se cumple con la normativa y se asegura la enseñanza en gallego de las materias que vienen determinadas en el currículo escolar. Igualmente, se queja de que tampoco recibió la información suficiente para determinar si los docentes tienen el conocimiento adecuado del gallego para impartir las materias en ese idioma en los diversos centros escolares. “Las autoridades una vez más no respondieron a las peticiones de una información específica hechas por el Comité de Expertos en sus informes anteriores”, recuerda el Consejo de Europa, que también considera cumplidas algunas de las exigencias solicitadas hace cuatro años, pero que se centra sobre todo en los defectos que sufre el gallego en la educación.
En términos globales, el Consejo de Europa felicita a España “por su elevado grado de compromiso y sus continuados esfuerzos” en la protección y promoción de sus lenguas cooficiales, a pesar de considerar que en ámbitos como el sanitario y el judicial aún se detectan defectos. La consideración de cada una de las lenguas, no obstante, es diferente. Así, mientras los expertos aseguran que el catalán se beneficia de un “excelente apoyo” por parte de las autoridades locales, por lo que se cumplen la mayoría de los compromisos de la Carta “de manera ejemplar”, y que el caso del vasco también es “ejemplar”, en el caso del gallego es diferente. Así, el comité expresa su preocupación “por la reducción progresiva de la enseñanza en gallego en todos los niveles y de su estructura de apoyo” y alerta que no hay radios ni televisiones privadas que emitan en gallego. La misma crítica se vierte contra la situación del catalán-valenciano.