Empresarios y empleados del sector de la hostelería han salido este sábado a la calle en las ciudades de A Coruña y Lugo para protestar contra el cierre obligatorio de un mes decretado por la Xunta en 60 municipios. El sector, muy crítico con las medidas que redujeron su clientela primero y fuerzan a bajar la persiana ahora, ya había organizado concentraciones en las últimas semanas en respuesta a las políticas del Gobierno gallego y prepara una movilización autonómica.
Coincidiendo con el primer día de cierre obligatorio han llevado sus protestas a algunas de las calles y plazas más emblemáticas de las dos ciudades. Piden ayudas económicas urgentes que palíen las pérdidas. En A Coruña, en una concentración en la plaza de María Pita, uno de los portavoces de los organizadores, Víctor Rama, calificó de “papel mojado” los apoyos presentados por el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, esta semana: “No sabemos en qué condiciones, ni cuándo llegarán, ni nada. Van a llegar cuando la mitad de nosotros estemos cerrados”.
El presidente gallego dijo tras la última reunión del Consello de la Xunta que los hosteleros podrán acceder a ayudas de entre 2.200 y 7.000 euros. La novedad, en realidad, es una línea “urgente” que no concretó cuándo se distribuirá y que supone una aportación de 1.000 euros por cada mes que los establecimientos pasen cerrados. Las cifras suben si se les añaden los apoyos -que ya habían sido anunciados- para los autónomos en general, más generosos si tienen empleados a su cargo.
En Lugo ha sido la Asociación Provincial de Empresarios de Hostalería e Turismo (APEHL) la convocante de la manifestación que hizo paradas ante los edificios de la Xunta, la Diputación y el Ayuntamiento. A la acción reivindicativa se sumaron vehículos de reparto de empresas distribuidoras para hacer ver la “cadena de valor” del sector.
Al finalizar la protesta, el presidente de la APEHL, Cheché Real, criticó los meses “afectados por cierres y restricciones” y destacó el “esfuerzo” de los locales de hostelería por adaptarse a las medidas de distancia social “sin ningún tipo de apoyo económico”. Los informes del Ministerio de Sanidad concluyen que en bares y restaurantes se produjeron, según este portavoz, “menos del 3,3 por ciento de los contagios acumulados en España desde mayo”.