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PSdeG: El golpe que se vio venir

Un golpe duro pero que se veía venir. Los malos resultados del PSdeG han levantado una tormenta de la que sólo se dudaba sobre su intensidad. Será importante visto el contexto y los números finales de un partido que acaba de cosechar su peor resultado en unas elecciones autonómicas, que ni siquiera ha evitado el sorpasso en votos al frente de la oposición y que tendrá que remendar las costuras internas siendo tercera fuerza del Parlamento y con una batalla interna todavía más convulsa a nivel estatal.

“Bastante hemos hecho”, dicen desde dentro voces autorizadas al analizar los resultados. Las peleas internas por el poder y las ansias de revancha han contaminado una campaña en la que su candidato, Xoaquín Fernández Leiceaga, luchó en solitario contra los rivales, pero también contra la indiferencia, desmovilización e incluso maniobras a la contra en su propia formación. El malestar indisimulado tras la confirmación de las listas por Ferraz y el convulso panorama que dejaron la dimisión de Gómez Besteiro y las posteriores primarias formaron un combo complejo para un PSdeG que ocupó más espacio mediático por sus reyertas que por la construcción de una alternativa.

Llega con analizar los índices de participación y resultados en comarcas ourenanas en las que conserva el dominio el círculo del exsecretario genreral Pachi Vázquez, o en Vigo y en su entorno. A las críticas constantes de Vázquez y a la indiferencia total de Abel Caballero ante la campaña se unió el desolador panorama a nivel estatal y el bloqueo en el Congreso. Desde dentro se asegura que hay quien ha conseguido el objetivo: evitar la entrada de Gonzalo Caballero -sobrino del alcalde vigués y duramente enfrentado con él- por Pontevedra y la de Carmen Rodríguez por Ourense, quinto y tercera de la lista respectivamente y cuya posicón en las listas había sido denunciada por los críticos. El PSdeG ha perdido un diputado por la provincia atlántica y dos en la del interior.

Caballero exige “explicaciones” tras desligarse de la campaña

En Vigo, donde Caballero pasó del 50% de los votos en las últimas municipales, el PSdeG ha sido superado una vez más por En Marea. El alcalde obtuvo 40.000 apoyos más que su partido hace año y medio. El 20D, los socialistas habían sido tercera fuerza en la ciudad con la confluencia de izquierdas en el primer puesto; el 26J volvió a ser tercera, pero con el PP de primero. En este domingo, se ha vuelto a quedar por debajo de populares y de su rival en el espacio progresista.

Además, los socialistas han vuelto a sufrir un defecto histórico del que ya había advertido Xoaquín Fernández Leiceaga en campaña: la desmovilización de su electorado en las autonómicas. Han perdido casi 100.000 votos en Galicia con relación al 26J y han sufrido el sorpasso en todas las ciudades, donde la participación ha caído entre 4 y 9 puntos.

Y Caballero no se esconde. Un día después de las elecciones ha pedido “a las direcciones” del partido en Compostela y Madrid que “den explicaciones” y habla de unos resultados “muy malos, sin paliativos”. “Si ayer hubiera elecciones municipales y yo me presentara, la lista que encabezara habría obtenido 19 concejales. Habríamos subido dos. Lean bien los resultados”, dijo, para a continuación presumir de que en Vigo “se ha parado el avance del PP”, aludiendo la que en la ciudad obtiene el 34% de los votos, “doce puntos menos que la media gallega”.

De cualqueir modo, los socialistas han firmado sus peores resultados en unas autonómicas, empeorando, precisamente, aquellos 15 escaños que en alianza con IU había conseguido el propio Abel Caballero hace case dos décadas. Ahora, el sorpasso le viene por En Marea y con un espacio a su izquierda -la suma de la confluencia y el BNG supera a los socialistas en más de 135.000 votos- cada vez más grande. En la candidatura sabían de la dificultad de que la izquierda evitara la mayoría absoluta de Feijóo, pero aún confiaban en mantener el liderazgo en la oposición. Aun así, no les sorprende tampoco demasiado.

“Los 14 diputados son de Xocas”, insisten fuentes internas para subrayar que el aspirante a la Xunta ha luchado en solitario contra todas las circunstancias adversas, que eran muchas. También las de un partido a nivel estatal dividido y embarrado en la pelea entre los que apoyan a Pedro Sánchez y los que tratan por todos los medios de librarse de él. Con todo, llaman a la calma y advierten de que Leiceaga acaba de ganar unas primarias. Saben que los focos de la crisis socialista girarán más aún hacia Madrid. Y ahí habrá un tiempo para lamerse las heridas.