José Ramón Barral, conocido como Nené, exalcalde del PP en Ribadumia (Pontevedra), ha fallecido a los 79 años de edad. Arrastraba desde hace tiempo una enfermedad que lo había debilitado y había provocado un nuevo retraso en el juicio que tenía que afrontar en Pontevedra como acusado de liderar una red de contrabando de tabaco. Estaba llamado a comparecer en una vista en el arranque de septiembre, pero no se presentó y su abogada remitió un informe médico en el que se decía que su estado había empeorado. La jueza archivó provisionalmente la causa. Menos de tres meses después, el jueves 23 de noviembre, murió.
El proceso para juzgar a Barral afrontó numerosas demoras. Su detención en 2001 tras la incautación de 432.000 cajetillas de tabaco, cuando era alcalde de Ribadumia al amparo de las siglas del PP, lo obligó a dimitir tras 18 años en el cargo -inicialmente, con Alianza Popular-. Entonces fue detenido también su hermano Feliciano, que tenía por aquel entonces un cargo en la ejecutiva local del PP. Arrancó un proceso que se prolongó en la instrucción y que más de 20 años después anota la muerte de otro de los acusados -otros implicados fallecieron en los últimos años. Nené Barral llegó a sentarse en el banquillo en 2022, pero las cuestiones previas planteadas por los abogados suspendieron el juicio.
El escrito de la Fiscalía consideraba a Nené Barral cabecilla de una organización compuesta por otros nueve acusados que, entre 1996 y 2001, se habrían dedicado a introducir tabaco de contrabando en territorio europeo. En 2016, Barral admitió un delito fiscal y pactó con el Ministerio Público un fraude tributario del que exculpó a sus hijas. La pena se vio reducida a un año y dos meses y tuvo que asumir un pago, al menos, de 700.000 euros por haber ocultado ingresos derivados de negocios eólicos y acuícolas en Asia y América, según las informaciones publicadas entonces.
Desde la Alcaldía del pequeño pueblo de Ribadumia, Barral ejerció su influencia política, conectado también con la Diputación de Pontevedra. El que fue su segundo en el Ayuntamiento, Rafael Louzán, era vicepresidente del ente provincial cuando ocurrió la detención en 2001.
Las supuestas actividades delictivas del regidor eran comentadas desde años antes de su detención. El periodista Perfecto Conde lo incluía entre los “históricos del negocio” en su crónica La conexión gallega. Del tabaco a la cocaína (primera edición, 1991). También está en Fariña (2015), de Nacho Carretero, un libro en el que figura como persona de confianza de Vicente Otero, Terito, ilustre militante de Alianza Popular y primigenio señor do fume.