Los gobiernos en minoría de las ciudades gallegas se examinan con sus primeros presupuestos

El mapa político que dibujaron las elecciones municipales del pasado mayo en las ciudades gallegas obliga, en todas las urbes excepto Vigo, a un ejercicio de negociación prácticamente permanente por parte de los gobiernos a la hora de abordar los asuntos que requieren el visto bueno del pleno. En este ámbito, los presupuestos municipales constituyen la prueba de mayor relevancia de cada año, toda vez que las cuentas son la base de la gestión municipal y, además, la ausencia de consenso para aprobarlas puede derivar, en última instancia, en su vinculación a una cuestión de confianza al gobierno. Sólo dos de las siete ciudades, Vigo, gobernada por el PSOE con mayoría absoluta y Pontevedra, en la que el gobierno del BNG ha sacado adelante las cuentas gracias al voto de calidad del alcalde, han comenzado 2016 con el presupuesto del año en vigor. Las cinco restantes se encuentran en el inicio de un proceso de negociación que examina la capacidad de los grupos políticos. Estos son sus respectivos puntos de partida.

A Coruña

En la primera quincena de diciembre el gobierno de la Marea Atlántica presentó las líneas maestras sobre las que pretende asentar su primer presupuesto, un proyecto de unos 242 millones de euros, casi 10 menos que en el ejercicio anterior, que según el alcalde, Xulio Ferreiro, está “basado en la visión y en las líneas políticas del gobierno”, pero también “en la realidad económica y social existente”. El “bienestar de la parte de la población” más “seriamente afectada por este momento socioeconómico”, afirma Ferreiro, es lo que orienta la propuesta de incrementar la inversión social unos 9 millones de euros, una subida del 21% con celación al último presupuesto del PP.

En la propuesta inicial del gobierno coruñés también registran incrementos las partidas de áreas como igualdad (94%), participación (70%), movilidad sostenible (6,56%) o medio ambiente (3%). Mientras, retroceden ámbitos como el urbanismo, casi un 30%, o áreas de administración interna como hacienda (-3,77%) o la propia Alcaldía (-1,91%).

Lo que para el alcalde es una propuesta “realista” que prima las áreas sociales ha sido recibido por el portavoz del PSOE local, José Manuel Dapena, como “puro humo efectista, pura propaganda y puro oportunismo”. En los últimos días Dapena ha acusado al gobierno de no proporcionarle información suficiente para la negociación, más allá de lo que denomina como “tocho” compuesto por un archivo informático de 42 páginas y una veintena más en papel.

El portavoz socialista acusa la Marea Atlántica de pretender incrementar los gastos en “publicidad y propaganda” y “asistencias técnicas” y, mientras afirma no “saber nada” de lo que el gobierno “quiere hacer”, la concejala de Hacienda, Eugenia Vieito, apela a su “responsabilidad”. Añade, además, que las diversas partidas no están cerradas porque, precisamente, el proceso negociador se encuentra abierto y continuará en las próximas semanas. A juicio de Ferreiro sería necesario que el PSOE explicite “qué proyectos le gustaría poner en marcha”, porque “de ese modos sabríamos si hay ganas de negociar y no de enredar”. Este lunes han comezado las negociaciones formales entre ambos grupos mientras, para el PP, la ciudad está sumida en la parálisis.

Lugo

El partido en la Alcaldía sigue siendo el mismo que hace un año, pero ese es el único factor que no ha cambiado políticamente nos últimos meses en la ciudad de la Muralla. El equipo de la alcaldesa socialista, Lara Méndez, trabaja sobre un borrador de presupuestos de algo más de 89 millones de euros, una reducción de casi 4 millones con respecto a 2015 a causa, fundamentalmente, del fin del programa europeo Urban. Al contrario de lo que venía sucediendo nos últimos años, cuando el gobierno de López Orozco solo tenía que buscar al BNG -y, en alguna ocasión, al PP- para sacar adelante sus cuentas, la pluralidad del pleno lucense, con cinco grupos en la oposición, provoca un ejercicio negociador necesariamente mayor.

Según han adelantado tanto Méndez como su concejala de Economía, Ana Prieto, la intención del gobierno es mantener la inversión social en el entorno del 20%. Otras prioridades, señalan, son la puesta en marcha de un plan de empleo y la promoción turística, en la que la alcaldesa ve una de las principales oportunidades de crecimiento de la economía local. “Con los grupos de la izquierda estamos intentando ya aproximar posturas, y eso no significa que el resto de la oposición no vaya a tener información en tiempo y forma”, indica Méndez.

Mientras, como en otras ciudades, el PP local diagnostica que el Ayuntamiento está “parado”, el grupo mayoritario en la parte izquierda de la oposición, Lugonovo, insta a la alcaldesa a través de su portavoz, Santiago Fernández Rocha, a “abordar con valentía la negociación”. Según Rocha el PSdeG “no tiene en cuenta su minoría aritmética” y esto puede abocarlo a la “caída libre”. Las prioridades del grupo para 2016, afirma, son “poner orden en materia de personal, deshacer los chiringuitos y apostar definitivamente por el plan de movilidad”, así como blindar el área social.

El BNG, también necesario para la aprobación del proyecto, asegura no disponer todavía de “toda la información” sobre el proyecto presupuestario, si bien para el portavoz municipal, Rubén Arroxo, “la información que hemos hasta ahora está lejos de los intereses de los lucenses”. La remunicipalización de servicios externalizados es para Arroxo una de las prioridades en un contexto en el que, dice el nacionalista, “ya hemos recordado en varias ocasiones que el PSOE no ha cumplido los compromisos que adquirió con nosotros para apoyar la investidura de la alcaldesa y esto, evidentemente, va a condicionar nuestro apoyo a los presupuestos”, que será decidido en asamblea, subraya.

Ourense

El nuevo gobierno de Ourense, el único urbano encabezado por el PP, tampoco ve fácil la aprobación presupuestaria. El alcalde, Jesús Vázquez, sitúa el primer trimestre del año como horizonte para una negociación que, dada la configuración del pleno, requeriría del acuerdo, al menos, con Democracia Ourensana o con el PSOE. La negociación con los sindicatos sobre el personal municipal, ha indicado el regidor en rueda de prensa, es el punto de inicio “obligado” del proceso de las cuentas de 2016, las cuales le gustaría poder llevar, como a su homóloga de Lugo, al pleno en el mes de abril.

Así las cosas, al inicio del proceso el gabinete de Vázquez trabaja en un proyecto que rondará los 104 millones de euros y que bajará al ámbito de lo concreto en el momento en que quede solventada la cuestión del personal. Hasta ese momento el Ayuntamiento seguirá basando su gestión ya no en las cuentas de 2015, sino en las de 2014, toda vez que el anterior alcalde, el socialista Agustín Fernández, ya no fue capaz en el pasado ejercicio de sacar adelante el proyecto. Según el regidor “sería necio” obviar que es necesaerio un acuerdo que, admite, “será difícil” conseguir.

Santiago

El gobierno de Compostela Aberta presentó la pasada semana su proyecto de presupuesto y ha iniciado ya los contactos con la oposición. La edil de Hacienda, María Rozas, defiende un proyecto de 99,4 millones de euros “abierto a aportaciones de la oposición” y en el que, afirma, no hay estimaciones hinchadas“ como en años anteriores, rebajándose el montante total en unos 3 millones por la caída prevista en la recaudación de impuestos como el IBI, recortado en las ordenanzas fiscales aprobadas con los votos de PSOE y PP.

El incremento de las partidas de inversión social en una cuantía que el gobierno local sitúa en el 35%, hasta 8,4 millones de euros, es lo que el equipo de Martiño Noriega presenta como prioridad para abordar proyectos como el Centro de Acogida de Personas sin Techo o la Casa de las Mujeres. Duplicar los fondos para “mantenimiento” de diversas áreas de la ciudad, hasta conseguir un millón de euros, o ampliar la dotación para atender la zona rural son otras de las prioridades de un proyecto en el que aumentan los fondos para amortizar deuda, de 6 a 9 millones, y los gastos de protocolo y publicidad retroceden unos 700.000 euros.

Tras la primera toma de contacto Noriega evidencia que este no es un documento “cerrado” y augura “semanas de diálogo” a la búsqueda de un acuerdo que pasa, esencialmente, por el PSOE local, cuyo portavoz, Francisco Reyes, mantiene una tensa relación con Compostela Aberta que en los últimos días le  ha llevado a cuestionar el interés del alcalde por sacar adelante el presupuesto. Más allá de las críticas por la fecha en la que es presentado el proyecto presupuestario el edil Gonzalo Muíños manifiesta la voluntad de “diálogo” de su grupo y desde el BNG Rubén Cela insta al grupo de gobierno a tener “cintura política” para no caer en los “errores” del proceso de negociación de las ordenanzas municipales.

El PP local, por su parte, censura la demora y también la reducción de recursos, que no atribuye a las ordenanzas sino a lo que denomina como “falta de ambición” del gobierno local. Compostela Aberta, por su parte, recuerda que el gobierno de los populares con mayoría absoluta no fue capaz de sacar adelante su primer presupuesto hasta finales de julio.

Ferrol

Tras un 2015 gestionado a partir de los algo más de 50 millones de euros del último presupuesto del gobierno del PP, el nuevo equipo municipal tiene ante sí un doble reto para lograr el consenso: entre los socios de la coalición que encabeza Jorge Suárez -Ferrol en Común y PSOE- y con el BNG, que a priori se presenta como aliado más viable para completar la mayoría necesaria y sacar adelante las cuentas. Las tensiones surgidas en el seno del gabinete local en los últimos días marcan el ritmo del proceso.

Suárez afirma, no obstante, que la prórroga momentánea de las cuentas de 2015 no frena la “hoja de ruta” del gobierno local que, según recoge Ferrol 360, indica que trabaja “concienzudamente” en un proyecto en el que, avanza, las grandes líneas pasarán por las áreas sociales y el fomento del empleo, así como por abordar cuestiones heredadas como la gestión de la depuradora. Se atenderá, afirma Suárez, “a todos los barrios y parroquias” en un panorama que la nueva portavoz del PP, Martina Aneiros, define como de “incapacidad manifiesta”.