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Guerra política en Galicia por las pantallas gigantes para la final de la Eurocopa

Pantalla gigante en Móstoles para ver el España-Francia

Luís Pardo

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La noche del domingo no será únicamente la de la batalla futbolística entre España e Inglaterra. También, con la final de la Eurocopa como excusa, se vivirá un capítulo más de las luchas políticas en Galicia con la selección como telón de fondo. El detonante: la instalación de pantallas gigantes para ver un partido que La 1 ofrece de forma gratuita. Una disputa de gatillo fácil que toma distinto cariz y color dependiendo de la ciudad y de quién la gobierne. En Vigo, la mayor urbe de Galicia, PSOE y PP compiten desde dos instituciones distintas por ver quién tiene más pixels y -de paso- más tirón popular. En Ourense también habrá dos, pero por expreso deseo del regidor, el populista Gonzalo Pérez Jácome. En Santiago, la alcaldesa nacionalista, pese al enfado de la oposición, se ha negado a gastar dinero público en el evento, así que será la Deputación de A Coruña la que la ponga. Y todo esto con la amenaza de un frente -meteorológico- que promete pasar por agua el choque, al menos en las provincias costeras.

Los vigueses que quieran asistir en grupo a la cita tendrán dos posibilidades para elegir. O bien la pantalla que la Deputación de Pontevedra instalará en la Praza da Estrela o la que el ayuntamiento levantará en el Parque de Castrelos. Si el ente provincial, gobernado por el PP, lanzaba su anuncio por la red social X (antes twitter) el miércoles por la tarde -el día después a la victoria de La Roja en la semifinal-, Abel Caballero, el alcalde socialista, lo hacía apenas 40 minutos después. En tiempos de polarización, queda claro que ni la selección de Lamine y compañía es capaz de unirlos a todos, como si fuese el Anillo Único. La ciudad olívica ofrecerá el domingo por la noche la imagen de las dos españas ante el televisor.

La Deputación pontevedresa será también la encargada de poner pantalla en la capital de la provincia, donde el ayuntamiento -gobernado desde hace un cuarto de siglo por el nacionalista Miguel Anxo Fernández Lores- ha pasado palabra. El ente ya se encargó de instalar una en mayo, para la ida del playoff de ascenso del equipo de la ciudad contra el filial del Betis. El consistorio pontevedrés sí lo hizo con la final del Mundial femenino de 2023, debido a la presencia de una vecina de la ciudad en la selección que se proclamó campeona: la jugadora del Real Madrid Teresa Abelleira.

En Santiago, finalmente, sí

La mayor polémica, sin embargo, se encuentra en la capital de Galicia. Todavía resonaban los ecos del pitido final contra Francia cuando el PP de Santiago lanzó su petición al gobierno local para que instalase una pantalla. El bipartito encabezado por la nacionalista Goretti Sanmartín lo rechazó: no estaban dispuestos a gastar dinero público en este evento cuando no lo habían hecho ni en el Mundial femenino ni en el último partido del Obradoiro, el equipo de baloncesto de la ciudad que se jugaba -y perdió- la permanencia en la liga ACB.

Los populares no tardaron en hacer causa de la negativa. El portavoz popular, Borja Verea, acusaba a Sanmartín de ser “más radical que Bildu”, que pondrá pantallas en Pamplona. El concejal Adrián Villa, muy activo en redes, lo criticaba así:

Pero no fueron los únicos. El secretario xeral del PSOE local, Aitor Bouza, también reclamaba a través de X la instalación de la pantalla. Bouza protagonizó hace unas semanas un enfrentamiento claro tanto con el gobierno local de BNG y Compostela Aberta como -y especialmente- con su grupo municipal, al que obligaba a abstenerse en la votación de la ordenanza de pisos turísticos, lo que habría dejado al ejecutivo en minoría y echado abajo la medida. En una decisión inédita, los seis concejales socialistas respaldaron el texto, demostrando la ruptura con la cúpula del partido. Mientras los ediles guardan silencio, Bouza se alineaba con los populares con gazapo incluido: en un post que, según los internautas, luego borraría, pedía a Goretti Sanmartín pantallas “para ver la final del mundial”.

Sin embargo, los compostelanos tendrán finalmente su pantalla gigante: la instalará la Deputación de A Coruña. El ala socialista mayoritaria en ese gobierno compartido con el BNG será el encargado. Fuentes del ente provincial aseguran que el ofrecimiento se hizo a las tres grandes ciudades de la provincia: A Coruña, Ferrol y Santiago. En las dos primeras -gobernadas, respectivamente, por PSOE y PP- los ayuntamientos ya tenían previsto hacerlo, así que el ente sólo tendrá que hacerse cargo, finalmente de la de Compostela. A la hora de escribir esta noticia, se encontraba a la espera del permiso municipal.

En otros lugares, la instalación de pantallas ha estado alejada de la polémica. Uno de ellos es Silleda, la localidad pontevedresa de menos de 10.000 habitantes de donde procede Joselu, el delantero de la selección al que sus vecinos podrán ver en la plaza del pueblo. Y después está el caso de Ourense: allí no hace falta que exista un pique entre instituciones para duplicar las posibilidades de contemplar el choque.

El alcalde, el populista Gonzalo Pérez Jácome anuncia dos ubicaciones... y suma una más para una celebración posterior que da por segura. Entre otras cosas, porque parece que el frente de lluvia y viento tiene muchas posibilidades de evitar el interior de Galicia.

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