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Imputado el exjefe de seguridad de Adif por homicidio y lesiones en el accidente del Alvia en Santiago

“Teniendo conocimiento de dicha situación de riesgo [...] no consta que haya hecho u ordenado medida alguna destinada a evaluar y gestionar dicho riesgo [lo que] le hace en principio responsable a título de autor de los delitos de homicidio y lesiones por imprudencia grave en que finalmente se concretó dicho riesgo tras producirse el descarrile del tren Alvia el pasado 24 de julio de 2013”. Con esta argumentación el juez instructor del accidente de tren de Angrois llama a declarar como investigado -antigua imputación- a Andrés Cortabitarte, ex-director de Seguridad de Adif, la empresa pública gestora de la red ferroviaria, como responsable del siniestro en el que murieron 80 personas y otras 144 resultaron heridas.

En el siniestro de Angrois el maquinista del tren Alvia, Francisco José Garzón, también imputado por los mismos delitos, se despistó y descarriló al no frenar a tiempo antes de la primera curva de entrada a Santiago sin que hubiera activo ningún sistema de seguridad que evitara o paliara su despiste, lo que generaba un elevado riesgo de accidente. Después de que el segundo juez instructor que tiene la causa, Andrés Lago Louro, intentara cerrarla y juzgar sólo al maquinista, la Audiencia Provincial de A Coruña le ordenó el pasado mayo reabrirla y analizar mejor si Adif había tratado como debía el riesgo existente en la curva. Ahora, después de recibir varios peritajes, el instructor considera “evidenciado” que ese “análisis integral del riesgo” era “necesario” y “no se hizo” y atribuye a Cortabitarte esa responsabilidad como director de Seguridad. Por eso, a través de un auto con fecha del pasado viernes y comunicado hoy a las partes, lo cita a declarar en el juzgado de Santiago como investigado el día 23 de este mes de marzo a las diez de la mañana.

“Existen indicios suficientes para estimar que, por lo menos por parte de Adif, no se hizo todo lo posible para mitigar el riesgo que finalmente desembocó en el resultado finalmente producido”, dice ahora el juez en el auto , para quien “Adif no cumplió con el dicho deber tolerando la exportación de dicho riesgo al maquinista sin efectuar una previa valoración integral de la línea que protegiera a los usuarios frente al posible error humano, lo que, en términos de contribución causal al resultado finalmente producido, había equipado dicho incumplimiento a la imprudencia del maquinista que tenía el deber de conjurar y/o mitigar”.

Cortabitarte no sólo era el máximo responsable de supervisar ese análisis de riesgos que peritos y juez echan en falta sobre la curva de Angrois, sino que él mismo estuvo implicado en decisiones que, según los peritos, incrementaron esos riesgos. Un año antes del siniestro, en junio de 2012, había autorizado en persona desconectar a bordo de los Alvia el sistema de control constante de la velocidad propio del AVE, el ERTMS, porque a veces fallaba y provocaba demoras de los trenes. Su autorización la emitió durante un fin de semana y dejando toda la responsabilidad del frenado en manos de los maquinistas, ya que el sistema convencional de control puntual de la velocidad, el ASFA, no estaba allí programado para actuar sobre un exceso de velocidad como el ocurrido en el accidente. Cortabitarte también era el responsable del departamento de Seguridad cuando, durante la construcción del AVE Ourense-Santiago previa a su inauguración en diciembre de 2011, Adif decidió no instalar el ERTMS en las vías en toda la línea sino sólo hasta cuatro kilómetros antes de la curva de Angrois. Fue esa otra decisión que según los peritos también incrementó el riesgo, aunque el ERTMS habría detenido igualmente el tren de estar disponible en él ya que el frenado se activa a esa distancia si el maquinista no lo hace.

Cortabitarte ya había sido imputado previamente por el primer juez instructor de la causa, junto con otra veintena de directivos y técnicos de Adif. Sin embargo, todos se habían negado en su momento a declarar y la Audiencia de A Coruña había retirado aquellas imputaciones por considerarlas genéricas y carentes de pruebas suficientes, pero matizando que, de concretarse éstas, Cortabitarte sería la figura a la que apuntar y no el resto de aquellos imputados, que no serían conocedores de las características de seguridad de la línea. Así lo hace ahora el segundo juez instructor.

Por otra parte, como director de Seguridad, Cortabitarte está también imputado por otro accidente ocurrido en Arévalo (Ávila) en 2010, en el que un maquinista murió cuando su tren chocó por detrás contra otro después de que fallase un semáforo en el que Adif estaba realizando pruebas. Cortabitarte dejó el departamento de Seguridad de Adif pocas semanas antes del accidente de Santiago, pero fue reubicado en otros cargos de libre designación de la empresa pública, que lo ha defendido.