En diciembre de 2006 el Parlamento de Galicia sacó adelante con los votos a favor de PSdeG y BNG, entonces socios de Gobierno, las conclusiones de la comisión de estudio sobre la ola de incendios que aquel verano había arrasado más de 77.000 hectáreas, dando lugar al peor balance de superficie quemada en veinte años. Aquel documento y la propia comisión, abiertamente ridiculizada por el PP, habían descartado la existencia de una trama organizada para quemar el monte gallego en días y puntos determinados, tesis a la que cargos de las formaciones entonces gobernantes habían otorgado cierta credibilidad durante la ola de fuegos.
Este 11 de septiembre de 2018, doce años después, el pleno de la Cámara gallega aprobó definitivamente las conclusiones de una nueva comisión de estudio sobre los incendios forestales, en esta ocasión tras la ola en la que ardieron 50.000 hectáreas de monte y murieron cuatro personas en apenas dos días de octubre del pasado año. El documento, al que dieron sus votos PP y PSdeG -los socialistas subrayan que han votado a favor para “poner deberes a la Xunta”-, contiene un centenar de propuestas en materia de prevención y extinción de incendios, pero también un análisis sobre lo sucedido. Una vez más, ni rastro de la trama y tampoco de la tesis del supuesto “ataque” del “terrorismo incendiario” que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, agitó para explicar lo que había pasado ante la opinión pública.
Las conclusiones de la comisión enmarcan el asunto de la intencionalidad en el “análisis de las causas estructurales de los incendios forestales en Galicia” bajo un epígrafe que invita a la ambigüedad: La intencionalidad en los incendios: terroristas/delincuente incendiarios. De las comparecencias y documentación analizada, explica el dictamen, cabe reiterar la “elevada intencionalidad humana existente en los incendios forestales en Galicia”, hasta el punto de que la acción humana está por detrás de “tres de cada cuatro incendios”, señala remitiéndose a las estadísticas acumuladas del Ministerio de Agricultura entre 1989 y 2013. No obstante, la “alta intencionalidad de los incendios gallegos contrasta con un escaso número de detenidos e investigados por este motivo”.
¿Pero, y “el terrorismo incendiario”? “Una cuestión debatida en las comparecencias -relata el dictamen- fue la de la posible existencia de una trama organizada de incendiarios”. Sobre esto el documento se limita a reproducir lo advertido por el fiscal superior de Galicia al archivar las diligencias abiertas sobre la ola de fuegos de octubre de 2017: “descarta su existencia”, toda vez que “no se ha podido determinar que los 352 incendios acaecidos entre el 8 y el 15 de octubre de 2017 obedezcan a una iniciativa criminal compleja de grupos de personas u organizaciones que actúen de forma coordinada o planificada y que persigan objetivos supra individuales”.
“Esto no es terrorismo”
El dictamen de la comisión se detiene también en “si las personas que causan incendios con la intención de hacer daño a bienes y personas” pueden “ser denominadas como terroristas”, como insiste en reclamar el presidente de la Xunta. El documento se remite de nuevo a lo advertido por la Fiscalía: “Desde un punto de vista jurídico, obviamente, esto no es terrorismo”, con independencia de que pueda ser denominado así desde un “punto de vista vulgar”. Ese informe de la Fiscalía se detuvo en un análisis concreto que ya había avanzado el fiscal delegado de medio ambiente de Galicia, Álvaro García Ortiz, quien en declaraciones a Praza.gal había recordado que “en años de investigación, nunca hemos encontrado esa famosa trama incendiaria”. Esta y otras intervenciones públicas de García Ortiz en el mismo sentido fueron vistas con recelo en el Gobierno gallego, el PP y su entorno.
La tesis del ataque terrorista se queda así fuera de las conclusiones de la comisión parlamentaria sobre los incendios forestales, lo mismo que había sucedido en las pesquisas de la unidad de la Policía Nacional adscrita a la Xunta, la 'Policía autonómica'. En un sentido semejante se pronunciaban los atestados manejados por el Ministerio del Interior sobre e la ola de incendios procedentes de la Policía y de la Guardia Civil. Antes de estos pronunciamentos Feijóo llegó a atribuir el pasado febrero a la Fiscalía la tesis de la trama o del ataque terrorista que él incluso había defendido en un discurso que el Gobierno gallego publicó en diversos periódicos impresos inmediatamente después de la ola de incendios.