El incendio que desde la noche del miércoles asola Carnota (A Coruña) ha quemado ya más de 1.600 hectáreas y sigue activo y descontrolado. Ha obligado a desalojar muchas viviendas y aldeas enteras, ha cortado carreteras y ha dejado sin agua, luz y teléfono a amplias zonas de este lugar, situado en el inicio de la Costa da Morte. Pero ha destruido mucho más. El fuego ha arrasado casi por completo el Monte Pindo, un espacio de enorme importancia medioambiental y turísticas en el que vecinos, propietarios de montes, municipios y organizaciones ecologistas luchan desde hace años para que la Xunta lo proteja a través de su declaración como Parque Natural.
“Ha sido intencionado, para evitar que se declarara Parque Natural. Con este incendio se quiso acabar con el Monte Pindo. Escogieron el día, la hora, el lugar y el viento para acabar con todo. Es un atentado ecológico”. La voz de Ramón Noceda (BNG), alcalde de Carnota, muestra su cansancio. Muchas horas ya de trabajo, de responder al teléfono, de recorrer el frente del fuego.
La zona ya había sido amenazada hace unos días por otro incendio iniciado en Mazaricos y que finalmente se quedó a cuatro kilómetros de este espacio de gran valor natural. Los vecinos denunciaron entonces que la zona llevaba años sin ser limpiada, por lo que la densidad del matorral era muy alta, lo que podría suponer un gran peligro en caso de que se produjera otro incendio. Noceda denuncia, al igual que los vecinos, la falta de prevención y trabajos de limpieza en la zona, de los que responsabiliza a la Xunta: “la gente alrededor de su casa limpia, la cuestión es el monte, no hay prevención. Hay muchos propietarios que no están aquí, que emigraron y no cuidan lo suyo como es debido. Y después el monte público, el monte mancomunado, también necesita atención, y esa atención por parte de la administración no existe, y los vecinos solos no van a limpiar todo el monte. Se necesita poner dinero en la prevención”.
Varias aldeas fueron rodeadas por las llamas y en ellas los vecinos trabajaron durante toda la noche con mangueras para intentar salvar sus viviendas. “La colaboración de los vecinos fue fundamental”, dice el alcalde que Carnota, que destaca que “no había medios para que trabajasen. Los accesos a esas aldeas son muy malos y no pueden llegar las motobombas. Si no fuera por su esfuerzo defendiendo sus bienes y sus viviendas, no habrían salido adelante”.
La Asociación Monte Pindo Parque Natural denuncia la “destrucción casi completa” del espacio y la “pérdida irremisible del Monte Pindo” y anima a llenar las redes sociales de lazos verdes: “No queremos lazos negros, queremos ver verde esperanza de la naturaleza que nos ayude a superar el negro tristeza de las cenizas, y en memoria de lo perdido y de lo que nunca debe volver a pasar”. El alcalde, Ramón Noceda, también denuncia la dejadez de la Xunta: “llevamos tres años intentando que se apruebe una declaración de parque natural para que se cuide, poniendo todo nuestro empeño, para que esto sea un ejemplo. Y la administración, por una mierda de dinero, no lo hace. Nos decían en alguna reunión que no había dinero para avanzar en la declaración de parque natural. Pues ahora se ha perdido lo que nunca se debió de perder”.
“La dejadez cómplice de la Xunta está también detrás de la catástrofe que hoy lamentamos”
También la asociación ecologista ADEGA lamenta de que “la Xunta haya desatendido el clamor popular para su protección” y destaca que “en lo que se refiere la protección del Monte Pindo, nada ha cambiado en casi 10 años, ni siquiera después de que en 2005 ardiese en su práctica totalidad. A pesar de a ser parte de la Red Natura 2000, el abandono institucional es absoluto”. La entidad ecologista destaca que “la incompetencia, la inoperancia y la dejadez cómplice de la Xunta para con el Monte Pindo están también detrás de la catástrofe que hoy lamentamos”. Porque, añade, “no sólo es culpable quien prende el fuego, sino también los que por inacción u omisión, impiden que la ciudadanía se implique en la conservación de nuestro patrimonio natural, haciendo que broten sinergias y oportunidades que reforzarían el compromiso de la sociedad con este espacio singular”.
ADEGA recuerda que la propuesta de declarar este espacio parque natural no se basaba únicamente “en sus singulares valores geológicos y biológicos”, sino también en que “es la única figura que garantiza la participación social (ayuntamientos, propietarios, sectores sociales) a través del Patronato y un presupuesto fijo para la conservación del espacio y la dinamización socioeconómica del entorno”. Destaca que “esta propuesta surgió de la propia sociedad y concitó amplios apoyos desde los más diversos sectores”. Y se pregunta: “¿Cuántos espacios protegidos, no sólo en Galicia sino en el mundo ha surgido a iniciativa de la propia sociedad que vive a su lado?”
La Asociación Monte Pindo Parque Natural señala que la “protección y desarrollo sostenible que reclamaban ”ya no llegará a tiempo“ y destaca que ”este es el momento de lamentarnos por lo que se podia haber hecho y no se hizo. Enseguida será el momento de pedir responsabilidades y dimisiones a quien pudiendo hacer algo pasó tres años cerrando los ojos, las orejas y la razón a la cruda realidad“. En los últimos diez años la Xunta no ha declarado ningún nuevo parque natural, figura que se vio substituida de facto por otra, la Red Natura 2000, ”que genera serias dudas entre la sociedad por sus escasos efectos reales sobre la protección del medio ambiente y las trabas al desarrollo sostenible de los pueblos en los que se implanta“, según la asociación.