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El sumario de la Pokemon sacude a PP y PSOE en Galicia: sobornos y financiación ilegal

La trama de corrupción que investiga la operación Pokemon sacude por igual a PP y PSOE en Galicia. A cada nueva revelación del sumario -del que sólo se levantó el secreto de una parte- más y peores casos se conocen de una red de pagos de sobornos y enchufes a políticos y funcionarios de algunos de los ayuntamientos más importantes de Galicia. Lugo, A Coruña, Compostela y Ourense. Populares y socialistas. Una trama que va camino de revolver de una vez por todas la política gallega. O no.

En A Coruña, Julio Flores, número dos del gobierno local y mano derecha del alcalde Carlos Negreira (PP) aparece ahora como uno de los cargos con mayor implicación en la trama, siempre según los datos que van saliendo a la luz en diferentes medios. El aún primer teniente de alcalde no tarda ni un mes desde la llegada al poder de los populares en mantener contactos con representantes de Vendex para enchufar conocidos y arreglar concesiones municipales importantes como la ampliación de los servicios de ORA, según las conversaciones grabadas.

A la empresa Vendex, después de más de una década de gobiernos socialistas, no le es muy difícil establecer relación con el Ayuntamiento gracias, según el sumario, a una red de funcionarios que ayudan a la compañía a conseguir contratas a cambio de favores y regalos, pero también a concejales tanto del PSOE como del PP. Diez contratos por 12 millones de euros mantiene la firma en A Coruña.

Ahora, el incremento de las tarifas de la ORA que había denunciado el BNG cobra aún más relevancia. La empresa renovó la concesión y se subió el precio del contrato después de un pacto entre Flores y el representante en Galicia en Vendex, según cuenta El País. El contacto con este hombre, José María Tutor, también es continuo por parte de las concejales Rosa Gallego, Ana Fernández o Begoña Freire. Los enchufes en el Aquarium, el Instituto Municipal de Espectáculos, la Torre de Hércules o el Ágora, también. Sólo hay una diferencia, por el momento, entre el caso de A Coruña y los de Lugo, Ourense y Santiago, ya que por el momento no hay indicio de sobornos a políticos.

No es así en la capital lucense ni en la ourensana. De la investigación se deduce que el regidor de Lugo, Xosé López Orozco, podría haber percibido hasta 2.000 euros al mes de empresas. El de Ourense, relojes de oro. Según cuenta Faro de Vigo, empresarios locales lucenses aseguran que “aunque todo el mundo lo sabe, nadie quiere hablar”. Se refieren a pagos y regalos a políticos y en una de las declaraciones uno de los reclamados asegura que se les pedían “donaciones para la campaña” electoral que iban de los 10.000 a los 30.000.

López Orozco, siempre según el sumario, habría recibido comisiones por parte de empresas como Cechalva, concesionaria de la grúa en la ciudad. Unos 2.000 euros al mes para el alcalde, uno de los varios envíos de dinero que Vendex realizaba desde Madrid en empresas de transporte urgente y a través de paquetes de un kilo. El ex concejal y ex presidente de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil serían los principales perceptores.

Según los testimonios de algún empresario, en cuanto dejaban de aportar dinero para la campaña, dejaban de hacer obras para el Ayuntamiento. Un caso tan escuchado en otras tramas como esperable. Los enchufes, que también permitían colocar gente en otras ciudades diferentes de aquellas en las que se estaba negociando, eran constantes.

En Ourense, son varias también las revelaciones del sumario que siguen señalando al ex alcalde socialista, ya dimitido. Ahora se descubre que un día antes del concurso para adjudicar el servicio de limpieza del pabellón de deportes, José María Tutor recibió uno de los sobres de Seur. La concesión cayó en Vendex y, más allá de a dónde fue a parar el dinero, lo de aquella regidor Francisco Rodríguez habría recibido un rólex de oro.

En Compostela, el modus operandi no cambiaba demasiado. En este caso es Aquagest quien reconoce en una conversación intervenida por Aduanas que debe “poner dinero” para renovar un contrato de 20 millones con el Ayuntamiento, según revela el Faro de Vigo. Lo que le pedían cargos locales del Ayuntamiento en la época de Conde Roa a las empresas para amañar contratos eran enchufes o pagos diversos como “comprar acciones del Obradoiro” o pagar facturas. También viajes a partidos de fútbol, baloncesto o hóckey.

Las mismas prácticas se reproducen con -cómo no- el grupo Vendex en su intento por conseguir un contrato de la ORA que finalmente no consiguió. Aquí era el ex concejal Espadas lo que negociaba junto a Conde Roa o Albino Vázquez. De por medio, enchufes de primos, presiones para ayudar el Obradoiro, concursos arreglados y facturas infladas.

BNG, IU y Compromiso por Galicia piden la dimisión de los implicados en la trama, mientras PP y PSOE parecen mirar hacia otro lado tras las revelaciones de un sumario que promete traer más polémica y salpicar aún a más cargos políticos.