Dos vagones de tren descarrilados acabaron en eal río Sil a su paso por el municipio de Carballeda de Valdeorras (Ourense) durante las maniobras de Adif para retirar un tren de la vía. La empresa pública no contaba con la autorización de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, que depende también del Gobierno central y es responsable de la cuenca hidrográfica, para volcar los vagones sobre el río, por lo que el organismo ha abierto una investigación al respecto.
La empresa pública también ha abierto una investigación para conocer los detalles del hecho, en la que se analizarán las acciones y se depurarán responsabilidades si es el caso, indica. Además, afirma que va a trabajar en la retirada de los dos vagones y en la restauranción del entorno a la mayor brevedad posible. Las labores de restablecimiento de la línea férrea aún no han concluido, por lo que el tráfico permanece cerrado entre Ourense y León, desde O Barco de Valdeorras y hasta Ponferrada. En esa maniobra para encarrilar los once vagones en las vías, dos de de ellos acabaron en el río. Adif ha explicado en un comunicado que, para apartar cuatro vagones y reparar la vía, precisaban situar una grúa ferroviaria en paralelo a los convoyes y suspenderlos para poder encarrilarlos. “Durante esas maniobras, un vagón se pudo desplazar correctamente, pero el segundo de los vagones se precipitó ladera abajo, hasta la ribera del río Sil”, indican. Adif apunta que se encontraban vacíos de carga. El periódico digital local Valdeorras de cerca, que adelantó la información, indica que “la imposibilidad” de retirar los vagones “obligó a tomar esta alternativa, dentro de las complejas labores que se han estado desarrollando para trasladar el tren accidentado de la zona”. Añade que la operación estuvo controlada y bajo supervisión de la Guardia Civil.
La Confederación Hidrográfica, sin embargo, explica que recibió el pasado domingo una llamada de Adif para informar de la operación y que, como respuesta, se les indicó que no estaban autorizados para llevarla a cabo. El propio domingo, uno de los guardas fluviales de la confederación se acercó para tomar muestras del agua porque el río bajaba enlodado, indican. Ahora, la confederación ha abierto unas diligencias previas, en las que se analizarán tanto las muestras como las imágenes y vídeos de la caída de los vagones al agua.
La Consellería de Infraestruturas e Mobilidade ha trasladado a Adif su preocupación por la situación y ha solicitado información “precisa” sobre el protocolo de la actuación que están llevando a cabo para que “se minimicen las afecciones al entorno”. El departamento de Medio Ambiente del Gobierno gallego también ha abierto su propia investigación y agentes de la consellería de han desplazado a la zona para levantar acta y determinar posibles sanciones. También enviarán cartas a los responsables de Transportes y Transición Ecológica para pedir explicaciones de lo ocurrido.
El BNG ha registrado una iniciativa en el Congreso para reclamar la retirada “inmediata” de los vagones y proceder “a reparar el daño ambiental causado”. El diputado del Bloque, Néstor Rego, demanda también que el Gobierno investigue los hechos. “No se puede tolerar que una empresa pública sea la primera en incumplir la normativa sobre gestión de residuos y reparación de daños causados al entorno”, afirma. En términos similares y con las mismas reclamaciones se pronunciaron también PSdeG y Galicia en Común. Los socialistas reclamaron además que se evalúe la situación de los otros vagones y que se retiren tomando todas las medidas de seguidad ambiental. El grupo parlamentario de Galicia en Común explicó que se ha puesto en contacto con Adif y el Ministerio de Transportes para pedir explicaciones e indica que ambos se comprometieron a retirar los vagones y a investigar lo sucedido.