Ni “auditoría” ni “aval a la solvencia de la fusión de las cajas gallegas”. Hace casi media década, en junio de 2013, la salida a la luz del informe encargado por la Xunta a la consultora KPMG para estudiar la unión de Caixa Galicia y Caixanova dejó claro que los principales aspectos que el Gobierno gallego había destacado sobre el documento no se correspondían con la realidad. Lo que el presidente Feijóo y la entonces conselleira de Hacienda, Marta Fernández Currás, manejaban como supuesta auditoría era realmente un “diagnóstico acelerado”, un trabajo pagado con casi 1 millón de euros de fondos públicos en el que se advertía de que las conclusiones no eran “recomendaciones sobre la conveniencia de llevar a cabo o no la fusión”. Esa ausencia de aval a la fusión y de la auditoría misma ha sido reiterada esta semana por uno de los coautores del informe en el Congreso de los Diputados.
Uno de los ejecutivos de KPMG que elaboraron el trabajo, Francesc Gibert, ha tenido que acudir a la comisión que investiga el rescate bancario en la Cámara Baja y allí ha reiterado, a grandes rasgos, lo que ya había esbozado en el Paralmento de Galicia hace cinco años. Los representantes de los grupos parlamentarios, muy especialmente las gallegas Yolanda Díaz (En Marea) y Margarita Pérez Herráiz (PSOE) lo cuestionaron sobre si la “presunta auditoría” realmente lo era, en palabras de Díaz, o sobre si efectivamente hubo algún tipo de “aval” a la fusión por parte de la consultora. El responsable de KPMG evitó comparar abiertamente la realidad con las palabras de Currás y Feijóo, pero sí ofreció una versión de los hechos opuesta a la de la Xunta.
“Lo que se nos pidió -explicó a la comisión- fue que hiciésemos un análisis de la fusión de las dos cajas gallegas”, que “en un mes pudiésemos intentar anticipar el trazo gordo” de lo que podría ser un “trabajo completo”, que necesariamente duraría unos “cuatro o seis meses”. “Por lo tanto, nuestro informe era preliminar”, un “diagnóstico acelerado” en el que “no se nos pedía que analizáramos otras alternativas” a la unión de Caixanova y Caixa Galicia y que “en ningún caso era una auditoría de cuentas”. “Ya teníamos suficiente trabajo como para cuestionar cosas que ya estaban hechas”, agregó Gibert en referencia a las auditorías que cada entidad manejaba ligadas la sus respectivas cuentas anuales.
Si bien la consultora preveía una “segunda fase” del trabajo, más demorada, esta “no se hizo por parte de KPMG”, y el gabinete de Feijóo recibió un primer documento que “tampoco constituía una recomendación” sobre “fusionar o no fusionar” ambas cajas. “Nuestro informe era factual” y en él “decíamos: se han hecho unos trabajos, se han obtenido unos resultados” que fueron “comparados” con los de otras fusiones. “Sí es cierto que en nuestro informe hay un momento donde recomendamos la absorción de Caixa Galicia por parte de Caixanova”, admite, como ya había hecho en el Parlamento gallego en 2013, pero “nuestro informe no recomendaba la fusión”, reitera, y ofrecía unas previsiones económicas al respecto -que la entidad resultante podría ser rentable- las cuales, a su juicio, quedaron truncadas por la propia crisis y los cambios legales de los años siguientes.
Tras esas declaraciones de Gibert en el Congreso este miércoles al presidente Feijóo se le preguntó, en la rueda de prensa posterior a la reunión semanal de su Gobierno, qué valoración hace de ese desmentido realizado por KPMG. Como informa David Reinero para Praza.gal, la respuesta del presidente gallego ha sido la de matizar la postura de la propia Xunta e intentar no caer en abierta contradicción con lo defendido hace ocho años. Según Feijóo, la declaración del responsable de la consultora “confirma” que ?“fectivamente nosotros lo que pedimos fue una due dilligence, que fue lo que hizo KPMG”, obviando así que hace ocho años el Gobierno gallego anunciase por escrito y también ante la prensa los resultados de ese trabajo como una “auditoría”.
Sobre el segundo de los elementos, el del supuesto aval a la fusión de las cajas, Feijóo dice ahora que “KPMG con esa due dilligence y con los planteamientos que entonces momento estaban vigentes por parte del Banco de España posibilitaba el hecho de tener una entidad financiera radicada en Galicia”. Frente al “aval a la solvencia de la fusión” que esgrimía hace ocho años el Gobierno gallego, ahora el líder popular dice que aquel informe de KPMG “posibilitaba” la supervivencia de una entidad financiera en Galicia.